
Martes
, 01-06-10
Cáritas Diocesana notó la crisis antes de que la palabra saltara a los periódicos. Son sus miembros quienes, a pie de calle, a través de las 137 parroquias de la provincia, han atendido en el último año a casi 20.000 personas. Lo han hecho dando comida, ropa, pagando la luz, el agua o parte de la hipoteca o el alquiler.
Las Cáritas Parroquiales se han visto desbordadas, después de que los Servicios Sociales municipales no dieran abasto en 2009 por haberse duplicado el número de familias a las que han prestado ayuda respecto a 2008.
El delegado diocesano, Manuel María Hinojosa, dio a conocer ayer junto a la presidenta de Cáritas en Córdoba, María Dolores Vallecillo, el nuevo Observatorio Diocesano de la Realidad Social que se ha creado este año dentro del plan pastoral para percibir las necesidades de la sociedad cordobesa. Cáritas Diocesana ofreció asistencia a 2.148 personas el pasado año, por 75.926,39 euros, mientras las Cáritas parroquiales atendieron a 17.670 personas para las que gastaron 838.308 euros. En total, en la denominada atención primaria, se atendió a 9.808 personas.
Donativos y suscripciones
Este montante procede en un 74 por ciento de donativos, un 43 por ciento de suscripciones y un 40 por ciento de colectas, porque hay parroquias que se financian desde las tres fuentes.
En demandas urgentes, Cáritas ha destinado un 67,1 por ciento a alimentación, con 434.124 euros, mientras que a vivienda (hipotecas, alquiler, agua, luz) ha desdicado 195.567 euros, lo que representa un 8,6 por ciento.
Hinojosa destacó que por primera vez, desde Cáritas Diocesana, se han lanzado al bloque de alimentos a 242 familias. Toda esta acción es posible, según destacó, gracias a la labor de 822 voluntarios, de entre 45 y 55 años que son la «verdadera fuerza» con la que cuenta esta institución religiosa.
El perfil de la persona que recibe ayudas es variado, según explicó el secretario de Cáritas Diocesana, Salvador Ruiz, quien destacó que la edad varía entre los 20 y 40 años, desde jóvenes a hombres solos sin hogar, mujeres solas con cargos, o mujeres mayores con pensiones no contributivas. El número de estas pensionistas ha aumentado considerablemente en el último año.
El delegado diocesano recordó que por primera vez Cáritas ha ofrecido alimentos a 242 familias. A esto se suman las 119 personas a las que Cáritas ha buscado un empleo tanto en la empresa de recogida de papel Solemcor, como el proyecto de Ecoparque o el servicio de ayuda a domicilio. Asimismo, en la atención con la UVI de ayuda en la calle, los transeúntes sin techo han pasado de los 35 atendidos en 2008 a los 45 en 2009.
De hecho, los voluntarios de Cáritas saldrán a pedir en la colecta que se celebra esta semana a la que se suma los cepillos del fin de semana, bajo el lema de «Cáritas, un amor que permanece con los pobres».