«Ni loco podría ir a Madrid por la tremenda cornada»
Las máximas figuras de la cirugía taurina Ramón Vila, Máximo García-Padrós y Carlos Val-Carreres, aseguran que «el peligro aún no ha pasado»
«El peligro aún no ha pasado». Palabra de una eminencia en cirugía taurina: el doctor Ramón Vila, jefe de los servicios médicos de la Maestranza. Recapitula la dimensión del percance: « Es una cornada tremenda , muy dura, con lesiones importantes en el paquete vasculo-nervioso de la pierna, que produjo una hemorragia muy intensa y ha estado a punto de llevarse al torero por delante».
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¿Los mayores riesgos? «Es una persona que ha sido transfundido profusamente, lo que puede crear problemas. Tiene que tener anticoagulantes y pueden trombosar las prótesis que le hayan puesto». Para un médico de la experiencia del doctor Vila, aún es pronto para hacer valoraciones de futuro : «Estos cuatro o primeros cinco días son clave para el devenir del proceso; después habrá que esperar a ver cómo funciona la pierna. Hay que tener en cuenta que el cuerpo se le quedó vacío, perdió mucha sangre».
«Me recordó la cogida de Paquirri»
Cuenta Vila que la cogida le recordó a la del malogrado Paquirri «por la forma que lo coge y lo voltea, lo sube y lo baja, aunque Paquirri estuvo más tiempo colgado del pitón y no sangraba tanto». En cuanto a los medios de los que estaba dotada la enfermería hidrocálida, dice: «Si eran pocos, más difícil aún para el equipo médico, que tuvo una actuación de diez».
Le trasladamos la pregunta que flota en el ambiente de Madrid. ¿Podría torear José Tomás el 3 de junio? «No, ni loco. Las lesiones son muy graves. Aunque la evolución fuese muy bien y se recuperase en quince o veinte días, está sometido a una antibioterapia fortísima y está anticoagulado, con lo que no se puede dar ni un roce con la puerta. Con una prótesis vascular, empezará a hacer vida normal al cabo de mes, luego la rehabilitación... Para hacer el paseíllo no estará. Además no hablamos de un tentadero, sino de Las Ventas».
Idéntica opinión comparte el cirujano de la Monumental, Máximo García-Padrós: «Aunque estos toreros sean de otra pasta, es muy complicado. Lo primero es salvar la vida, luego salvar el miembro y que la pierna funcione». Y añade el prestigioso doctor: «Con simtron no se puede torear, pero no se puede aventurar nada. La cornada ha sido muy seca y todo dependerá de la evolución».
Sobre la tremenda cornada coincide también el cirujano jefe de la plaza de toros de Zaragoza, el doctor Carlos Val-Carreres. «A tenor de las noticias que nos llegan se trata de una importantísima lesión vascular», lo que los médicos califican como una herida «con personalidad propia», ante la que «afortunadamente se pudo lograr la hemostasia». Ese fue el primer reto con el que se encontraron los médicos en la enfermería de Aguascalientes. A partir de ahí, Val-Carreres, que ha atendido en varias ocasiones a José Tomás y se mantiene en contacto con la famlia del torero, muy interesado por su estado, es todo cautela.
Las cornadas del de Galapagar
En la plaza zaragozana, el torero madrileño sufrió una grave cornada hace ahora diez años, pero cuatro años antes Val-Carreres fue requerido por los mentores del diestro para que se hiciera cargo de la recuperación de la gravísima cogida que sufrió en la plaza mexicana de Autlán de la Grana. Aquel percance, que también afectó al paquete vascular de la zona inguinal, «nos trajo al herido temiendo por algún tipo de proceso de trombosis, lo que afortunadamente pudimos desechar».
Carlos Val-Carreres no habla de plazos para volver a torear, pero especifica los problemas que se pueden presentar, incluso cuando la evolución sea favorable. Y habla del proceso: «Todo depende de que no haya complicaciones trombóticas ni hemorrágicas» , y se refiere igualmente a la sangre y el suero que le tuvieron que administrar durante la intervención, «habrá que esperar que tampoco se produzcan reacciones hemolíticas por las masivas transfusiones».
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