La «doctrina Salvem» se extiende a Alicante y Madrid

La «doctrina Salvem» empieza a extenderse. Mientras el colectivo que se opone al Plan de El Cabanyal y el Gobierno intentan hacer aparecer los derribos de la pasada semana como una agresión al patrimonio cultural -pese a que no estaban protegidos-, EU intenta repetir ahora en Alicante la estrategia desplegada en Valencia.

El portavoz de EU en Alicante, Miguel Ángel Pavón, anunció ayer que va a solicitar al puerto de Alicante que declare «bien cultural» el barrio de Heliodoro Madrona. Una treintena de viviendas de baja construcción levantadas en 1944 por el propio puerto de Alicante para ofrecer alojamiento a sus trabajadores, a cambio de un alquiler prácticamente simbólico.

Hace unos meses, el puerto de Alicante declaró en ruina legal la urbanización, muy deteriorada, y ofreció a sus inquilinos facilidades para realojarlos. Un informe aconsejaba demoler el barrio ante el riesgo de derrumbamiento. Tras varios meses de controversia y reuniones con los vecinos, el Ayuntamiento de Alicante ratificó esta misma semana la decisión de la Autoridad Portuaria, al calificar también en ruina legal los edificios con un informe propio.

La reacción de EU, que en Valencia se ha situado también junto a la plataforma «Salvem el Cabanyal», no se ha hecho esperar. Su portavoz pedirá al presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Campoy, que proteja las viviendas como «Patrimonio Cultural» en el Plan Especial del Puerto. A pesar del deterioro de unas viviendas construidas hace sesenta años, Pavón considera que deben rehabilitarse por su supuesto «valor arquitectónico y urbanístico».

Mientras, «Salvem el Cabanyal» trasladó ayer sus protestas a Madrid , donde leyó sendos comunicados frente a la sede del Ministerio de Cultura y del PP en la calle Génova, con el apoyo de la plataforma «Madrid Ciudadanía y Patrimonio» y del coordinador general de IU, Cayo Lara, quien pidió de nuevo la dimisión de Peralta. Al presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, le advirtieron de que es «corresponsable» de las decisiones de Rita Barberá.