Cada 15 segundos muere un niño por falta de agua potable
Las consecuencias relacionadas con el consumo de agua no potable provocan cada año más víctimas mortales en todo el mundo que cualquier tipo de violencia, incluida la guerra. Es el dato demoledor difundido por la ONU con motivo de la celebración hoy del Día Mundial del Agua, una jornada instaurada en 1993. Este año, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, quiere destacar la importancia del acceso a un agua de calidad, centrando sus esfuerzos en concienciar a ciudadanos, pero sobre todo a gobiernos y centros de poder para que se comprometan en la defensa del agua de calidad.
Calidad de vida
En total, se estima que en todo el mundo sigue habiendo 884 millones de personas sin acceso al agua potable, según la ONU, un bien fundamental que repercute en la sanidad, la seguridad y la calidad de vida, especialmente de menores y mujeres. Por ejemplo, las enfermedades que se propagan por el agua causan cada año la muerte a más de 1,5 millones de niños o, lo que es lo mismo, cada 15 segundos muere un niño por una enfermedad causada por la falta de acceso a agua segura para beber, saneamiento deficiente o falta de higiene.
Los problemas del agua entienden de geografía y, una vez más, es el África subsahariana la región en la que sus habitantes sufren las peores consecuencias.
Durante los últimos 50 años, la actividad humana ha provocado la contaminación sin precedentes de los recursos hídricos. Se estima que más de 2.500 millones de personas viven sin un sistema adecuado de saneamiento. Cada día, 2 millones de toneladas de aguas residuales son vertidas sin control alguno. En consecuencia, el agua dulce disponible se reduce drásticamente.
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