Roldán queda libre
Roldán es ya un hombre libre. El que fuera director de la Guardia Civil y uno de los presos más famosos de España no tendrá que volver a pisar la cárcel. Es totalmente libre, su deuda con la Justicia está saldada, a pesar de que se desconoce el paradero de los más de diez millones de euros que desvió de fondos públicos. Han pasado quince años desde que Luis Roldán fuera detenido en el aeropuertyo internacional de Laos. Corría el año 1995 y el prófugo más célebre de España se entregaba tras permanecer diez meses en paradero desconocido. Comenzaba entonces su periplo carcelario que le ha llevado por diversas prisiones españolas. La última Zaragoza donde Roldán disfrutaba de régimen abierto: por las mañanas trabajaba en una agencia de seguros y por la noche acudía a dormir a prisióm. Con su puesta en libertad se pone punto y final a una de las historias judiciales más estrambóticas de los últimos tiempos. Durante casi un año Roldán tuvo en jaque a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aquellos a los que él mismo había dirigido años atrás. Fue el primer civil en estar al frente de la Benemérita, y es el que ha dejado una mayor mancha en el Cuerpo. Despareció de España y tras diez meses en búsqueda y captura fue lozalizado en Laos. Cuatro años después llegó su condena: 31 de prisión por cohecho, falsedad en documento mercantil, malversación de caudales públicos, estafa y delito contra la Hacienda Pública. De esos 31 años de condena ha cumplido la mitad y los últimos cinco en régimen abierto. Un botín de diez millones Los tribunales aseguraron en su momento que Roldán se había quedado con más de diez millones de euros procedentes de las comisiones que cobraba por adjudicar de forma ilícita las obras de construcción y rehabilitación de cuarteles de la Guardia Civil. Además desvión fondos públicos reservados. El Estado ha recuperado un mínima parte de ese dinero, aunque él ha insistido en que no tiene ni un sólo euro de los millones que se le adjudican. Asegura que él ya ha pagado por lo que hizo, mientras que "otros se han ido de rositas" y apunta que "no ha habido interés en recuperar el dinero". Ahora comienza una nueva etapa para él. Asegura que se quedará a vivir en Zaragoza porque no tiene dinero para marcharse fuera. Sin embargo, se le adjudican un piso en el centro de París y una mansión en las Antillas francesas. El que a punto estuvo de dirigir el Ministerio del Interior, gracias a su ascendente carrera dentro del PSOE, trata ahora de hacer borrón y cuenta nueva.
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