Fría reaparición de Jesulín de Ubrique en Castellón
Frío y lluvia, eso fue lo que el tiempo deparó para el inicio de la feria de La Magdalena. Y no menos gélido resultó el esperado regreso a los ruedos de Jesulín, después de su fallido intento en Vistalegre.
Escasez de público -apenas media entrada en los tendidos-, ninguna cara conocida y sin la nutrida presencia de las cámaras de programas rosa, que no hace tanto tiempo perseguían al torero allá donde toreaba.
En el plano profesional, Jesulín no pasó de discreto ante dos toros escasos de calidad pero fáciles para el torero. Sobrio y templado con el primero y algo más desdibujado ante el cuarto, fue silenciado al término de sus faenas.
El Cordobés se llevó una oreja del quinto, único trofeo de la tarde, tras una labor tan del agrado de su público como escasa de contenido. Muy poco pudo hacer con su complicado primero.
También fue difícil el tercero, con el que Tejela anduvo dispuesto, pese a pasar por momentos comprometidos. Ante el sexto, el madrileño ofreció los mejores momentos de la tarde cuando lo toreó con la mano izquierda, en unas series templadas y muy exigentes, que terminaron pronto con la falta de raza de su noble oponente. Esa escasez de raza fue la tónica general de un encierro desigual de presencia pero noble, que Manolo González envió a Castellón con el hierro de Socorro Sánchez Dalp.
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