«El Rafita», en libertad: «A mí no me va a matar nadie»
Sale a la calle con cargos tras dos noches en el calabozo

«El Rafita», uno de los cuatro condenados por la muerte de Sandra Palo, ya está en la calle. Eso sí, su paso por los calabozos policiales no ha sido coser y cantar. Desde que Rafael García Fernández fue trasladado a la comisaría de Hortaleza y uno de sus compañeros de celda le reconoció, las amenazas y los insultos hacia él no cesaron. Según relatan los jóvenes que también estuvieron detenidos a la espera de pasar a disposición judicial, les llegó a decir al final de la jornada, en tono chulesco: «A mí no me va a matar nadie».
«Al principio, como yo no dije que le había reconocido, tenía cachondeo con el resto, pero luego dije en alto: «Este es el Rafita»», cuenta uno de los detenidos, de 19 años, con los que compartió celda que también ayer fue puesto en libertad. A partir de ahí comenzaron las preguntas en tono desafiante. «¿Por qué coño hiciste eso, hijo de puta? ¿Por qué matasteis a la niña?», preguntaba otro de los que le reprendieron. «Yo no fui. Lo hicieron mis amigos», se justificaba Rafael, amedrentado.
Insultos a la salida
Los intimidación hacia el delincuente reincidente fue constante durante los dos días de arresto. «Estaba todo el rato con la cabeza agachada y callado. Lo teníamos «cagaíto». Nadie le hablaba. Sólo nos metíamos con él. Yo quería pegarle. Si no lo hice fue porque me hubiera tocado estar un día más encerrado. De todos modos, creo que ese chaval se ha quedado mal de la cabeza», opina el detenido de 19 años. «Una de las veces que estaba en el radiador, le dije: «¿Qué, hacemos una chasca, pero contigo?»», comenta otro.
Negó al juez su implicación
«El Rafita» pasó a disposición judicial en los juzgados de Plaza Castilla a primera hora de la mañana de ayer. Cuando le tocó declarar ante el juez, negó su participación en el intento de robo de un vehículo en el distrito de Hortaleza en la madrugada del miércoles. A las 18.55 horas de ayer, Rafael salía, con la cabeza bien alta, por la puerta del juzgado escoltado por tres guardias civiles y dos antidisturbios. El titular del Juzgado de Instrucción número 31 determinó su libertad con cargos.
La Policía Nacional detuvo en la madrugada del miércoles a Eduardo García, el hermano de «El Rafita», mientras ambos y un tercero, intentaban sustraer un BMV en un aparcamiento de Hortaleza. El jueves a las nueve de la noche detuvieron a «Rafita» en Alcorcón. El viernes, Eduardo también fue puesto en libertad. El tercer implicado está desaparecido.
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