La SGAE da su brazo a torcer en el caso de «Bodas de sangre»

A media tarde de este martes, por fin, la SGAE comunicó al IES Ramón Menéndez Pidal que no tendrá que pagar los derechos de autor por la representación de la obra de Lorca, «Bodas de Sangre». Ante la autorización concedida por el sobrino del poeta, Manuel Fernández Montesinos, la sociedad de autores ha dado su brazo a torcer, pero no sin antes lanzar un deseo y una advertencia.

«Esperamos que los alumnos de este centro educativo comprendan el valor de un autor de un texto». «Se habría podido llegar a la misma resolución por la vía de la cordialidad y del diálogo». Estas dos afirmaciones, esgrimidas por un representante de la SGAE a ABC, le parecen al director del centro coruñés, José Toba, «insultantes». Aunque Toba se encuentra muy satisfecho por el resultado final, aclara que «nadie pone en duda los cobros de derechos de autor, pero éstos no justifican el atraco a la formación escolar». Tampoco entiende la pulla lanzada por la entidad cuando, según sus palabras, fueron ellos “los que se negaron al diálogo, porque no me llamaron”.

Sí lo hizo a media mañana, Fernández Montesinos, resolviendo el conflicto suscitado a raíz del presupuesto de la obra. En esta llamada telefónica, Toba explicó al sobrino de Lorca que “la representación es un acto formativo, no un espectáculo en el que vamos a cobrar”. No cuentan con ninguna subvención, ni van a recaudar dinero con las entradas. “La actividad es teatro, y forma parte de la programación del centro. Una vez aprobada a principios de año, se estima qué porcentaje de la financiación aporta el instituto y cuál los alumnos de forma voluntaria. Todo el dinero es para las clases de teatro y la representación es la oportunidad que se les da los alumnos de enseñar su trabajo a sus padres y amigos”.

No existe tal presupuesto para la representación de 3.000 euros que la SGAE argumentaba, explica Montesinos. Finalmente, los chicos del IES Ramón Menéndez Pidal escenificarán “Bodas de Sangre” en el Forum coruñés, sin más coste que el de actuar.