Rodar en Bora Bora
J. M. C.
No se llamen a engaño. «Todo incluido» no es una película para ustedes, sino para ellos. Daba igual el producto, que se vendiera poco, mucho o nada, que fuera digno o no, sólo querían vacaciones. Alguien tuvo una idea: hagamos una película en Bora Bora, y actores, director, ayudantes, guionistas y demás no miraron más. Tres meses en aguas cálidas, sol y buena compañía y además te pagan por ello. Como muestra, un botón: Jason Bateman alegó para estar en el proyecto que «a mi personaje le llamaron Jason, como yo. Así que me era muy difícil decir que no». Fascinante argumento... Es por eso de «Todo incluido» no se puede esperar más que un anhelo ferviente por ser uno el que esté allí y no estos jetas que se han tumbado a la bartola con la excusa de contarnos historias sobre los matrimonios en crisis.
Ni el planteamiento es original, ni el discurrir es interesante ni mucho menos el desenlace es otro que el esperado. Todo es previsible y, sí, es otra comedia tonta que se han montado los norteamericanos bajo la supervisión de este Vince Vaughn que es especialista en pasárselo bien toda su vida. Hace bien, mientras le dejen y su sistema funcione... Pues a tomar el sol.
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