Muere Samuel Hadas, primer embajador de Israel en España

A Samuel Hadas (Chaco, 1931), la muerte le ha pillado en Jerusalén a los 72 años mientras escribía sus cualificadas memorias sobre el proceso de reconciliación entre Israel y España, del que fue uno de los principales artífices.
Hombre equilibrado y de profundos conocimientos jurídicos y literarios, diplomático eficaz y prudente, Hadas llegaría a Madrid en el año 1980 para participar en la Conferencia de Seguridad y Cooperación y para quedarse. Nombrado en 1982 delegado de su país ante la Organización Mundial del Turismo con sede en la capital española, su perfil, -y su precioso dominio del castellano-, le convertía en el perfecto representante oficioso del Estado judío para propiciar el acercamiento con el entonces Gobierno de Felipe González, que se materializaría el 17 de enero de 1986 con el restablecimiento de las relaciones bilaterales. Poco después sería designado primer embajador israelí en España.
La herencia del pueblo judío y español, sus raíces compartidas y sus desencuentros, fue una de las grandes pasiones de Samuel Hadas. Una voluminosa Historia de España ocupó siempre un lugar destacado en el centro de la biblioteca de su despacho madrileño entre un sinfín de figuras de palomas de la paz, que revelaban la honda vocación conciliatoria del diplomático. Esa disposición le valdría para ejercer la responsabilidad nada fácil entonces de tratar en nombre de Israel con la postura del PSOE español de amistad y reconocimiento de los derechos palestinos, y en 1994 le llevaría a hacerse cargo de otra de las grandes asignaturas pendientes de su país: las relaciones con la Santa Sede.
Hadas abandonó España para ser en 1993 el primer embajador israelí ante el Vaticano, que se había opuesto a la candidatura del rabino David Rosen. Sería su última responsabilidad oficial, colofón a una brillante carrera diplomática que, con anterioridad, había ejercido en Méjico, Bolivia y Colombia y como asesor del Ministerio de de Exteriores, del que fue jefe de Relaciones Culturales y Científicas.
Desde su jubilación hasta su fallecimiento el domingo por la noche, Samuel Hadas desplegó una incansable actividad como conferenciante, miembro de diversas fundaciones culturales y de diálogo y analista político, y siempre como lazo discreto entre Israel, Latinoamérica y España, aunque su labor se vio lastrada en los últimos tiempos por su delicada salud.
Sus reflexiones sobre la difícil misión de Barak Obama en Oriente Próximo, sobre la peligrosa inestabilidad política en Israel y la deriva palestina ensombrecieron de cierto pesimismo los que han sido sus escritos políticos finales, en los que ha augurado un nuevo periodo de violencia en la región, fruto de la desconfianza mutua y de la falta de avances hacia la solución de dos Estados.
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