El 85% de los directivos creen que la situación económica de España es «mala o muy mala»
Se avecina un 2010 cargado de incertidumbre y desconfianza sobre la situación económica. La salida de la crisis se adivina larga y el año que comienza no va a ser fácil, sobre todo en lo que se refiere a empleo. La clase empresarial es una de las que parece tenerlo más claro. El 85% de los directivos españoles creen que la situación de la economía nacional es «mala o muy mala» , según la encuesta «Perspectivas» realizada por la consultora KPMG y a la que ha tenido acceso ABC. En los próximos seis meses, el 55% de los encuestados estima que no habrá ningún cambio en la coyuntura y el 30% cree que estaremos peor. Un pesimismo que choca con los últimos mensajes lanzados desde el Gobierno. En las pasadas semanas Zapatero ha recuperado su habitual optimismo de la mano de la ministra de Economía, Elena Salgado, que desde hace tiempo sostiene que las tasas de crecimiento positivas retornarán en el primer trimestre de 2010.
A la luz de los datos, la valoración del Ejecutivo ha sido acogida con escepticismo por los empresarios españoles. Los directivos que piensan que la situación económica seguirá igual o peor en un año -un 52%- siguen superando a los que confían en una pronta mejora -un 47%-.
Esta visión encaja plenamente, además, con las previsiones realizadas por la Comisión Europea para España. Mientras que las principales economías remontaron en el tercer trimestre -Alemania y Francia un 0,7%, Italia un 0,8%-, nuestro país no dejará de arrastrar sus números rojos a lo largo del próximo año.
Nueva escalada del paro
Los ejecutivos consideran, además, que las empresas españolas han perdido competitividad y se impone continuar con los recortes de gastos.Con este horizonte, las medidas de ajuste a adoptar para hacer frente a la crisis hacen presagiar que la sangría de parados de 2009 tendrá su propia réplica en 2010.
Según la cifra del INE del 23 de octubre del año pasado, el número de desempleados se incrementó en 1.524.600 personas en los últimos 12 meses, dato que enlaza con las opiniones de los directivos cuando indican que casi la mitad de los ajustes realizados en sus empresas en 2009 iban enfocados a una reducción de plantilla, un proceso lógico en un entorno con menos consumidores y menos inversiones.
El 46% de los directivos que realizaron ajustes el año pasado utilizaron esta medida sobre otras -refinanciación de la deuda, ajustes de capacidad, etc...- como forma de reducir los costes. El 43% afirma que volverá a valerse del mismo método en 2010, lo que augura una nueva escalada del paro. En concreto, una de cada cinco empresas encuestadas o el 21% del total declara que durante este año despedirá a parte de su plantilla.
«Aunque los principales ajustes de plantilla y de costes de personal se han realizado en 2009, e incluso antes, en la gran mayoría de las empresas las perspectivas para el primer semestre del 2010 están obligando a las organizaciones a contar con un «plan B» si la recuperación no muestra evidencias a partir de la mitad del 2010», afirma Pilar Nieto, directora en el área de asesoramiento de negocio de KPMG en España.
Caída de las ventas
El consumo sigue en punto muerto y las expectativas de negocio no mejoran. Tanto es así que el 44% de las empresas espera una disminución en sus ventas netas con respecto a las del año anterior, frente al 22% que piensa que 2010 reactivará la economía y se incentivarán las compras.
El 86% de los directivos del sector tecnológico espera una disminución, quizá como consecuencia del aplazamiento de las compras de equipos y tecnología. La desinversión, tras los ajustes de capacidad, es la tercera opción de los ejecutivos como fórmula de controlar el gasto. (Ver gráfico de la derecha).
La primera consecuencia de la caída en las ventas se deja sentir con toda su fuerza en el sector de la distribución. El 100% de las empresas de este sector ha realizado algún ajuste el año pasado o prevé realizarlo en el próximo. De nuevo, la decisión predominante -un 63%- fue la de reducir plantilla.
El sector financiero, por su parte, parece haber atravesado el ojo del huracán. El mundo de las finanzas inauguró la crisis el verano de 2007 y a estas alturas, gracias a las potentes medidas de rescate, realiza un balance más positivo. En torno al 75% no ha dispuesto o no va a establecer ajustes en 2010. Más de un 30% de sus directivos espera ver un crecimiento en sus ventas netas de 2009 con respecto al año anterior. Un porcentaje por encima de la media -22%- de los doce sectores auditados.
Perspectivas sectoriales
El sector de la automoción deja atrás un año nefasto, con caídas en las matriculaciones que llegaron a superar el 50%. El plan Renove ha insuflado oxígeno a fabricantes y concesionarios y algunos indicadores como la producción de bienes de equipo y la matriculación de vehículos industriales apuntan a una contención del desplome sufrido hasta el momento.
Después del pinchazo de la burbuja, el sector de la construcción e inmobiliario se ha ido ajustando. Sin embargo, el 63% de los directivos cree que en 2010 todavía deberán implantar medidas de ajuste. Por contra el sector de las infraestructuras, animado por el plan del Ministerio de Fomento, mantiene fuertes expectativas de crecimiento. El proyecto estrella de José Blanco incluye inversiones por valor de 15.000 millones de euros hasta el final de la legislatura con una financiación mixta público-privada. La evolución del turismo tampoco ha sido muy favorable. La salida de la crisis de nuestros principales mercados emisores otorga optimismo a un sector que ha visto recortar un 8,6% en el acumulado anual en la llegada de turistas extranjeros. En relación al próximo semestre, un 50% de los encuestados cree que en seis meses el sector tocará fondo para luego empezar su recuperación. El 100% de sus directivos estiman que en un año estaremos mejor.
En el negocio energético, el 80% de las compañías que han respondido al cuestionario ha realizado ajustes en 2009, pero estos han estado especialmente dirigidos a refinanciación y desinversión. Según los encuestados, estos ajustes parecen haber mejorado su situación ya que sólo el 20% tiene una opinión negativa sobre la marcha del mercado.
De nuevo la realidad y el panorama dibujado por el Ejecutivo de Zapatero parecen no encontrar puntos en común. El informe revela que los directivos españoles, más que recuperación, esperan para 2010 un camino lleno de espinas.
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