Tarragona y Lleida, ambas socialistas, se revuelven contra la ley de veguerías
Después de la polémica suscitada en las últimas semanas por el nombre que debe llevar la futura veguería de las comarcas de Tarragona, ayer unos 4.000 tarraconenses salieron a la calle para reivindicar su capitalidad. Es decir, que la veguería se llame «de Tarragona» y no «Camp de Tarragona» tal y como la Generalitat lo contempla en el anteproyecto de ley, y que Tarragona sea su única capital. De hecho, miles de ciudadanos de la ciudad se han adherido a un manifiesto para apoyar este hecho.
Políticos de «todos los colores», representantes de entidades y ciudadanos anónimos se concentraron durante una hora en las escaleras de la Catedral, en un acto reivindicativo pero también festivo. Todos ellos ataviados con un pañuelo rojo en el cuello donde se podía leer «Tarragona capital».
«Yo soy alcalde, pero sólo tengo un partido: Tarragona. Y eso está por encima de cualquier negociación o estrategia», dijo contundente el alcalde de la ciudad, Josep F_lix Ballesteros (PSC). También recordó que en Tarragona se encuentra la única obra de Gaudí que hay en la provincia (el altar de la iglesia de Jesús Maria), «ese magnífico arquitecto que nació en Riudoms (y no en Reus)», contraatacando contra la ciudad vecina, principal oponente a la capitalidad tarraconense.
Por su parte, la portavoz de la plataforma ciudadana «Mou-te per Tarragona», Anna Gispert, habló de «agresión» contra Tarragona por parte del gobierno catalán.
En las últimas semanas se ha acentuado la «lucha» entre las ciudades de Tarragona y Reus por este asunto, que curiosamente, están gobernadas por el mismo partido (PSC). Mientras en Tarragona defienden su capitalidad, los reusenses buscan la cocapitalidad, alegando que «todos somos capital» y defendiendo para la veguería el nombre que propone el Govern. De hecho, en la concentración de ayer en Tarragona alzaron irónicamente una pancarta con una foto del presidente del Parlament, Ernest Benach, que apoya la causa de Reus.
La rivalidad entre las dos ciudades no viene de ahora. Siempre se ha hablado de una rivalidad «histórica». Antes de esto, ya hubo problemas por el nombre del aeropuerto que se llama «de Reus», al estar en su término municipal. Desde Tarragona propusieron cambiar el nombre para que tuviese la nomenclatura de la capital de la provincia y aquí se abrió la caja de los truenos, que se ha ido haciendo más grande hasta acabar en la situación actual. Por su parte, el Ayuntamiento de Lleida, gobernado por el PSC, prevé presentar alegaciones al anteproyecto de ley de veguerias de la Generalitat, según fuentes municipales.
Reunión extraordinaria
La Junta de Gobierno Local se reunirá el lunes 4 de enero en convocatoria extraordinaria para debatir y aprobar, si prospera, el informe de alegaciones que han preparado los servicios jurídicos municipales. El informe también pasará por el Pleno ordinario del Consistorio de enero.
El alcalde, el socialista Àngel Ros, contrario a que la provincia se divida en dos veguerías, la del Pla de Lleida y la del Pirineu, pidió el martes que la Generalitat pare la división, una propuesta que comparten «bastantes alcaldes», dijo. Sostiene que un proyecto de ordenación territorial ha de tener consenso territorial y político. Hace dos semanas, ya propuso retirar la ley.
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