Cosas de viejos
J. C.
Dos cascados y apergaminados tardocincuentones poniendo en orden sus cajas de pastillas y grageas como un par de treceañeros con sus cromos de futbolistas: «Te cambio una pĂldora naranja para la tensiĂłn arterial por un par de verdes que te dejan la prĂłstata niquelada. ÂżTienes alguna viagra modelo Ăşltimos fichajes?». Esta crepuscular, y casi shakesperiana, escena es la mejor cara que puede ofrecer una comedieta como Ă©sta, que roza los niveles de alipori del anterior filme del director, «Cerdos salvajes». Robin Williams, con el piloto automático puesto en algĂşn rincĂłn oscuro de su filmografĂa («Un lĂo padre»), fuerza su lado dramático interpretando a un buenazo al que le caen dos hijos gemelos llovidos del cielo. Por su parte, Travolta bastante hace con mantener en su sitio su peluquĂn modelo Hugh Grant y a su parienta Kelly Preston. Un sorprendente cameo de Matt Dillon y el Ăşltimo papel de Bernie Mac desperezan mĂnimamente este tedio trasnochado y bobo.
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