Zapatero borra la «memoria histórica» de Aznar en la Embajada de Washington
La placa fue colocada en enero de 2004 en la nueva residencia del embajador en Estados Unidos y desapareció de su lugar cuando Westendorp era su titular

Las placas alusivas a la época del franquismo no son las únicas que desaparecen, por aquello de la memoria histórica. También las de la democracia, si en ellas figura el nombre de José María Aznar. Al menos, eso es lo que ha ocurrido en la Embajada española en Washington, sin que se sepan los motivos.
El 12 de enero de 2004, Aznar comenzaba la última de sus frecuentes visitas a Estados Unidos como presidente del Gobierno, para despedirse de su amigo George W. Bush. Ese era el motivo principal del viaje, pero uno de sus primeros actos en Washington fue para inaugurar la nueva residencia del embajador español en la capital federal norteamericana. La anterior se encontraba en la calle 16, limítrofe con uno de los barrios más peligrosos de la ciudad, por lo que se optó por construir una nueva en lugar más seguro. La residencia fue diseñada por el arquitecto Rafael Moneo y de su decoración se encargó Pascua Ortega. Está construida en ladrillo y se ubica en Foxhall Road, en una elegante zona en el noroeste de Washington.
Aznar recorrió la casa, pronunció unas palabras y, para conmemorar el momento, como suele hacerse en muchos organismos oficiales, se colocó en un muro, frente al porche de entrada a la casa, una pequeña placa de metal, de unos 20 por 30 centímetros.
En la placa se indicaba que bajo el Reinado de Sus Majestades los Reyes, Don Juan Carlos y Doña Sofía, el presidente del Gobierno, José María Aznar, inauguró la residencia, siendo ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacios, y embajador de España en Estados Unidos, Javier Rupérez.
Desde hace varios años, la placa ha desaparecido de ese lugar y se desconoce dónde se encuentra. Fuentes diplomáticas consultadas por ABC indicaron que, cuando en julio del año pasado llegó a la Embajada el actual embajador, Jorge Dezcallar, la placa no se encontraba ya en el lugar en el que había sido colocada, por lo que su retirada debió producirse con anterioridad.
El embajador español en Washington entre julio de 2004 y julio de 2008 fue el diplomático Carlos Westendorp, que había sido el último ministro de Asuntos Exteriores con el PSOE, antes de que el PP ganara las elecciones por primera vez. Como funcionario, Westendorp debería haberse jubilado en enero de 2007, al cumplir 70 años, pero mediante una interpretación legal el Gobierno prorrogó su permanencia en el cargo durante un año y medio más.
Carlos Westendorp criticó abiertamente a Aznar en vísperas de los comicios de 1996, en los que resultó vencedor, señalando que sentía «pavor» cuando pensaba en el líder del PP negociando en Europa. Pese a todo, tras cesar como ministro, Aznar le nombró embajador ante la ONU, un cargo que suele ser ir a parar a personas de plena confianza del Gobierno. Posteriormente, inclusó, llegó a apoyarle para asumir el cargo de «míster Pesc» en 1999.
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