La «Jarra», para Valencia

La Corte Suprema de Nueva York desestimó ayer que la XXXIII edición de la Copa América de Vela -esa que el presidente de «Alinghi», Ernesto Bertarelli, y su homólogo de «BMW Oracle», Larry Ellison, llevan paseando por los juzgados neoyorquinos desde 2007- se celebre en el emirato de Ras-al-Jaima, ya que no cumple los requisitos del «Deed of Gift» -documento fundacional de la competición-. Esta sentencia favorece el hecho de que la competición vuelva a celebrarse en Valencia, donde ya tuvo lugar la XXXII edición de la misma con el consabido éxito de organización.

El tribunal anuló la sede emiratí por entender que el grado de seguridad no es el óptimo, por estar localizado en el Hemisferio Norte -la única sede de este hemisferio que podría albergar la competición sería, por fallo judicial, Valencia-, y porque en Ras-al-Jaima no se permite la entrada a todos los ciudadanos del mundo. Con estos fundamentos «Alinghi» tiene dos caminos posibles. El primero pasa por regatear en aguas de Valencia en febrero. La segunda alternativa obliga al equipo suizo a proponer nueva fecha y una sede en el Hemisferio Sur, lo que implicaría tener que alcanzar nuevos acuerdos con Ellison.

Duelo en multicascos

El cara a cara en multicascos entre el «Defensor» de la Jarra de las Cien Guineas, el equipo suizo de Bertarelli, y el «Challenge of Record», el sindicato americano de Ellison, se celebrará, salvo nueva maniobra suiza, al mejor de tres a partir del 8 de febrero de 2010 como quedó estipulado en el fallo del juez Herman Cahn. Siguiendo el documento original que regla esta competición, en época invernal no podrían celebrarse las regatas en el Hemisferio Norte, pero la sentencia de Cahn excluía a Valencia de la norma y dejaba en manos de «Alinghi» la elección de la sede. Los suizos se decidieron por el emirato de Ras-al-Jaima, pero «BMW Oracle» denunció esta sede ante la Corte Suprema de Nueva York por ser «ilegal e insegura». Ayer, suizos y americanos se vieron las caras por enésima vez en los tribunales y la jueza, tras escuchar a ambos, decidió dar la razón al sindicato de Ellison.

Este hecho obliga a Bertarelli a elegir una nueva sede. El negocio está entre buscar buen puerto en el Hemisferio Sur, tarea nada fácil teniendo en cuenta que restan tres meses y medio para la celebración de la Copa América, o volver a al Puerto de Valencia, donde, como advirtió la pasada semana la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, se tienen «las puertas abiertas».

Otro factor que favorece a la capital del Turia es que «Alinghi» quiere evitar mayores demoras generadas por los inacabables litigios y que sus rivales no cuenten con más tiempo para seguir perfeccionando su trimarán con vistas al cara a cara por la XXXIII Copa América.