Feijóo acaba con las «galescolas» y la enseñanza al 50% del BNG

Tras su llegada al poder en el mes de abril, la Xunta de Alberto Núñez Feijóo se ha marcado como principal objetivo en el ámbito lingüístico la despolitización de la enseñanza y el establecimiento de las bases de un modelo educativo trilingüe, con una progresiva implantación del inglés como lengua vehicular de la enseñanza. Así, una vez finiquitada la erradicación de las «galescolas» (la red de escuelas infantiles creada por el BNG desde el departamento de Igualdad y Bienestar ahora está integrada en Educación), el principal paso que debe dar la Xunta ahora es presentar y dar el visto bueno en la Cámara gallega a un nuevo decreto sobre la lengua en la enseñanza que sustituya al polémico y vigente 124/2007, aprobado por el bipartito y que establecía un mínimo del 50 por ciento de horas lectivas en gallego.

La derogación del decreto es una promesa electoral del PP, que reforzó su decisión tras realizar una encuesta en la que se cuestionaba a los progenitores sobre sus preferencias lingüísticas en Primaria, Secundaria y Formación Profesional. Organizada en cuatro tramos diferenciados, la mayoría de las familias optó por la coexistencia de los idiomas. En Educación Primaria, por ejemplo, un 49,4 por ciento apostaba por ambas lenguas, frente a un 12,5 por ciento con todas las materias troncales monolingües en gallego y un 37 por ciento completamente en español. En Secundaria, la opción más marcada era la enseñanza monolingüe (54 por ciento): un 33 por ciento la solicitaba en castellano, y un 19,8 por ciento en gallego. El bilingüismo se imponía también como preferencia en la Formación Profesional.

Precisamente con el objetivo de presionar a la Xunta antes de la presentación, a finales de año, de la nueva propuesta idiomática de la Xunta, se celebraba el pasado domingo en Santiago de Compostela una manifestación convocada por la plataforma «Queremos gallego» y arropada por los líderes regionales de PSOE y BNG, además del ministro de Justicia, Francisco Caamaño.

El Ejecutivo gallego se enfrenta además a la negativa en bloque de la oposición a su nuevo modelo, que debe cerrarse en los primeros meses de 2010 para permitir que los libros de texto del curso 2010-2011 puedan adaptarse al nuevo texto legal. BNG, en mayor medida, pero también PSOE, tachan el «bilingüismo cordial» preconizado por Feijóo de «agresión al gallego».