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Cuba rechaza la oferta de EE.UU. para facilitar la movilidad de diplomáticos

El régimen castrista permitió que una representante del Departamento de Estado pudiera visitar a presos con doble nacionalidad encarcelados en la isla

Ante los reiterados esfuerzos de la Administración Obama para entenderse con la dictadura de Cuba, el régimen castrista parece ofrecer una mezcla de cal y arena. Aunque el mes pasado, una alta funcionaria del Departamento de Estado tuvo la oportunidad de visitar a presos con doble nacionalidad encarcelados en la isla, La Habana ha rechazado la posibilidad de aliviar las limitaciones de movimiento impuestos a los diplomáticos de ambos países.

La propuesta de revisar esas restricciones propias de la Guerra Fría -formulada inicialmente por la Administración Bush y reiterada por el gobierno del presidente Obama- no ha obtenido una respuesta positiva por parte de Cuba, según ha podido saber el «Nuevo Herald». Los dos países, que carecen de relaciones diplomáticas formales, mantiene un sistema de desconfianza institucionalizada por los que sus respectivos diplomáticos destinados en La Habana, Washington o Naciones Unidas, deben solicitar permisos expresos para viajar fuera de perímetros estrictamente delimitados. Peticiones que casi nunca son aprobadas.

Perímetro estrechado

En el caso de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, los representantes del régimen castrista tenían la posibilidad de moverse sin restricciones en un radio de 40 kilómetros a partir de la Casa Blanca. Pero desde que el FBI detuvo a la espía Ana Belén Montes, una analista del Pentágono para cuestiones cubanas, esa zona fue restringida al centro de Washington y un corredor hacia el aeropuerto internacional Dulles, situado a las afueras.

Con todo, esas restricciones de movimiento no son aplicadas a funcionarios consulares, que gozan en virtud de tratados internacionales de una mayor libertad de movimiento. En este sentido, el gobierno estadounidense habría valorado como un gesto positivo el permiso otorgado el mes pasado a la subsecretaria adjunta del Departamento de Estado, Bisa Williams, para visitar a presos con doble ciudadanía encarcelados en Cuba.

Bajo un abanico de acusaciones penales que abarca desde el tráfico de inmigrantes a delitos de drogas, homicidio y corrupción de menores, se considera que en estos momentos el régimen cubano mantiene en prisión a 19 ciudadanos de Estados Unidos, de los cuales una decena también tendrían la nacionalidad cubana. El Departamento de Estado espera que el permiso especial de visita del mes pasado no sea un gesto aislado.

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