Laporta se exhibe con ERC y llama a levantarse a los catalanes
Puigcercós asegura que Cataluña es «una colonia política» de España
El presidente del F. C. Barcelona, Joan Laporta, no defraudó ayer y se convirtió en auténtica estrella del desfile de antorchas que anualmente organiza ERC la madrugada del 15 de octubre para conmemorar el fusilamiento del ex presidente de la Generalitat Lluís Companys. Llamó a los catalanes a «levantarse» contra los ataques externos y se dejó cortejar por Esquerra, como en días anteriores hizo con el disidente Joan Carretero o el líder de CiU, Artur Mas.
Laporta, que en los últimos meses ha protagonizado sonoras polémicas por su exhibición de filiación soberanista, hizo todos los posibles por ser el centro de la celebración -incluída una hábil maniobra, durante el «posado» ante la prensa, para «colocarse» entre el presidente de ERC, Joan Puigcercós, y el portavoz municipal, Jordi Portabella- y dejó bien claro que seguirá exhibiéndose en busca de un nuevo papel en política, ahora que su segunda presidencia al frente del Barça toca a su fin. Su presencia eclipsó así la no menos llamativa ausencia de Josep Lluís Carod-Rovira, vicepresidente de la Generalitat y ex presidente de ERC, que hace dos semanas recibió la confirmación de que no estará en la próxima candidatura republicana a la Generalitat
Sin miedo
«Son momentos para levantarnos ante quienes cada día del año tratan a Cataluña con intransigencia» arengó en una intervención en la que aseguró que el «recuerdo del asesinato» de Companys «debe hacer que se hable claro» y se deje de «tener miedo». Aseguró que «no son momentos de tibieza, sino de plenitud nacional, de no pedir perdón por levantarnos».
Laporta hizo este discurso invitado por ERC en un acto que años anteriores protagonizaron los historiadores Agustí Alcoverro o Joan B. Culla, evidentemente con mucha menos repercusión mediática.
Como en 1898
Junto a él, y pugnando por hacerse oir en su primera marcha de antorchas como presidente de ERC, Joan Puigcercós tuvo que recurrir a la artillería pesada para hacerse oir. Para ello, aseguró que Cataluña se ha convertido en una «colonia política de España» y añadió que Esquerra «trabaja para emancipara.
«La España rampante que debía ser una potencia emergente en Europa está casi entrando en una situación de quiebra, de crisis económica y política, como lo fue la España de la pérdida de las colonias de Cuba y Filipinas», afirmó Puigcercós. «Y nosotros somos una colonia, a pesar de que alguno lo pueda negar». Al margen de las arengas, Puigcercós colmó de elogios a Laporta, aunque aseguró no estar cortejandolo.
De hecho, el único que en las últimas semanas se ha atrevido a cuestionar desde el nacionalismo el afán político de Laporta es el líder de Unió, Josep Duran Lleida, quien ayer aseguró que «no creo que resistiese muchos debates políticos». Es una personas «de inquietudes políticas» añadió Duran en declaraciones a RNE, «pero no le veo metido en política debido a su manera de ser».
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos (C´s), Jordi Cañas, tachó a Laporta de «Jesús Gil catalán» y «dictadorzuelo de república bananera» por su «populismo agresivo». Cañas exigió a Laporta que «deje de insultar a los barcelonistas con su comportamiento indigno y dimita si va a seguir utilizando indecentemente la presidencia del F.C. Barcelona para su promoción política personal».
Al margen del espectáculo protagonizado por Laporta, las peticiones de anulación del juicio a Companys marcaron el 69 aniversario de su muerte. CiU recriminó al Govern su tardanza en exigir esa anulación -que los gobiernos de Jordi Pujol nunca reclamaron- y la JNC, juventudes de Converg_ncia, hicieron cómplices a «España y el Gobierno español del asesinato del presidente de Cataluña» por no haber anulado el jucio sumarísimo.
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