Ha muerto Luis Aguilé
Conocí a Luis Aguilé en 1973 con motivo de un festival en el Teatro «María Guerrero» a beneficio de una misión salesiana en Iberoamérica. Él era la estrella del festival aunque en ningún momento se dio importancia. Pasados 35 años, volvimos a encontrarnos cuando se nos pidió a varias corales madrileñas colaboración para estrenar en España una zarzuela que escribió hace años.
Desde el primer ensayo, hubo una gran complicidad entre nosotros. Le recordé aquel primer momento de 1973 en que nos conocimos y mi sorpresa fue que se acordaba de muchos detalles de aquel evento que ni yo recordaba. Así surgió una amistad que ha durado, por desgracia, muy poco tiempo pero que ha sido intensa y cariñosa.
He sido una de las pocas personas que le ha visitado en el hospital en sus últimos días. El sábado pasado me acerqué con mi coral. Queríamos darle una sorpresa y cantarle su oración (de su zarzuela) a la Virgen de la Paloma. No pudimos subir todos pero le visitamos tres personas y nos pidió que se la cantáramos. Se emocionó mucho y hasta me dio detalles de cómo se deberían cantar algunos pasajes de su obra en caso de que se vuelva a cantar. Desde aquí le despido con un abrazo sincero. Tu canción decía: «Cuando salí de Cuba, dejé enterrado mi corazón». Tú te llevas el mío y el de tus amigos de la Coral San Francico de Sales.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete