Hey, infancia, hey
JAVIER CORTIJO
Tal vez sea una perrería cuántica del subconsciente, pero este cronista recuerda, en pleno reinado de Naranjito I, un sesión doble en el cine Fantasio compuesta por «Las aventuras de Zipi y Zape» y «Popeye», cintas pioneras en el «arte» de volcar en carne y hueso a los héroes del tebeo o el «dibu». Con los años, el subgénero ha ido atinando gracias a visionarios como Fesser o productores generosos. Más de lo segundo que de lo primero tiene este caso, aunque su director, abanderado del cine familiar alemán, sabe filtrar las simpáticas aventuras de la tropa vikinga a una pantalla grande no muy exigente. Lo mejor, el pirata tartaja y el padre del geniecillo pelirrojo. Eso, y volver a tener seis años para disfrutarla, claro.
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