Fátima declara sin burka y dice que la polémica es «de ignorantes»
«El burka es algo muy normal», ha dicho antes de descubrirse el rostro para testificar
La testigo marroquí Fátima Hssisni, cuya declaración tuvo que aplazarse el pasado miércoles por no acceder a quitarse el burka, ha asegurado hoy que la polémica que se ha suscitado a su alrededor es "de ignorantes".
La mujer marroquí que la semana pasada se negó a retirarse el “burka” para declarar como testigo en la Audiencia Nacional ha asegurado que la prenda que viste “es algo muy normal”, aunque esta vez sí que accedió a descubrir el rostro al comparecer ante el tribunal que juzga a nueve presuntos "yihadistas".
Hssisni, que ha realizado estas manifestaciones antes de acceder a la sala de vistas, señaló que el hecho de que las mujeres vistan con burka "se ve con más normalidad en otros países europeos" y que cuando declaró ante los jueces de instrucción Baltasar Garzón y Fernando Grande-Marlaska no tuvo "ningún problema".
Durante el interrogatorio al que le sometieron la fiscal Dolores Delgado y los abogados de las defensas, la testigo ha confesado que su hermano Hassan Hssisni, que se inmoló en un atentado terrorista en Irak, le confirmó que se encontraba en un campo de entrenamiento a las órdenes del líder de Al Qaeda Abu Musab Al Zarqaui.
Fátima fue preguntada a su salida de la sala de vistas si se sentía "orgullosa" de que su hermano, Hassan Hssini, se hubiera inmolado en Irak en enero de 2005. "Claro que sí", ha asegurado, para después repetir: «¿Cómo que mi hermano? ", dando a entender que no había entendido la pregunta. "¿Cómo se va a sentir orgullosa? ", ha replicado su marido Francisco, quien también compareció el miércoles pasado como testigo en el juicio. "He declarado como tenía que ser, sin cámaras y sin televisión", ha añadido Fátima.
Ha mostrado, de espaldas al público, dese de las cejas al mentón
Fátima Hssisni ha tesfificado de espaldas al público y mostrando al tribunal desde las cejas al mentón , tal y como le pidió el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, quien le recordó el pasado miércoles el principio de publicidad que rige en las vistas orales y le solicitó que enseñara su cara para no tener que imputarle un delito de desobediencia. Hoy, el juez se ha limitado a tomarle juramento o promesa de que estaba obligada a decir verdad si no quería cometer un delito de falso testimonio. La testigo, que no se giró en ningún momento de su comparencia hacia la zona en la que se encontraban el público y los medios de comunicación, cumplió de esta forma su deseo de que las cámaras de televisión no le grabaran a cara descubierta.
En su declaración, que apenas duró 45 minutos, ha señalado que supo de la muerte de su hermano Hassan cuando informaron a sus padres de que se había "casado", lo que demostraría que los presuntos islamistas utilizaban esta palabra en clave para referirse a las inmolaciones. De igual modo, ha asegurado desconocer si el acusado Hassan Mordoude estuvo en la ciudad iraquí de Faluya con Hassan o con su otro hermano, Ahmed Said, quien fue detenido en Siria cuando, al parecer, intentaba entrar en Irak siguiendo las órdenes de un supuesto líder del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GIMC) que vivía en Inglaterra.
A las órdenes de Al Qaeda
La fiscal Dolores Delgado solicita penas de entre 7 y 18 años de cárcel para los nueve acusados por formar una célula islamista con ramificaciones en Madrid y Barcelona que fue desarticulada en Vilanova i la Geltrú en enero de 2006. Los acusados, que fueron detenidos como resultado de la denominada 'Operación Chacal', están imputados de los delitos de integración en organización terrorista e inducción al suicidio. Según el escrito provisional de acusación, los nueve se integraban en dos células que operaban en Madrid y Cataluña y que tenían como finalidad "el envío de personas a Irak para incorporarse a las actividades terroristas violentas dirigidas por Al Qaeda contra objetivos civiles y militares".
Los dos grupos estarían encuadrados en el organigrama del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) e integrados en la disciplina del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) y habrían tenido como finalidad "captar y adoctrinar" en el pensamiento del "salafismo yihadista" a personas que se habrían integrado en Ansar Al Islam/Al Sunna, grupo liderado por Abu Musab Al Zarqawi, lugarteniente del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.
Este grupo terrorista habría reivindicado numerosos atentados en Irak, entre los que se encuentran los que costaron la vida a ocho miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en noviembre de 2003, a otro miembro de este servicio en octubre de 2003 o a 28 personas en un ataque contra la base italiana de Nassiriya.
Los acusados son En el banquillo se sientan por los delitos de integración en organización terrorista e inducción de suicidio Omar Nakcha, Mohamed Mrabet Fashi, Djmel Dahmani, Saffet Karakoc, Mohamed Samadi, Hassan Mordoude, Redouan Ayach, Mostapha Es Satty y Mohamed Anouar Zaoudi.
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