Lula y Zapatero lideran la presión a Micheletti para que respete la vida y la integridad de Manuel Zelaya

Brasil y España lideran las presiones sobre el gobierno hondureño de facto para que respete la integridad de Manuel Zelaya y quienes con él se encuentran refugiados, así como la de la embajada brasileña en Tegucigalpa. A primera hora de la mañana de ayer, aprovechando que ambos asisten en Nueva York a la cumbre del Cambio Climático y a la 64 Asamblea General de la ONU, José Luis Rodríguez Zapatero se entrevistó en su hotel con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para interesarse por los últimos sucesos.

Con posterioridad, el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, mantuvo una reunión de trabajo con la ministra de Exteriores del gobierno «legítimo» de Zelaya, Patricia Rodas. Moratinos conversó luego por teléfono con el mandatario refugiado en la embajada brasileña. El ministro mostró a los periodistas la «preocupación» del Gobierno por la evolución de los acontecimientos, por la «tensión» que se está creando tanto, fuera de la legación diplomática como dentro.

Moratinos mostró el total apoyo español a la labor del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. Igualmente, valoró los esfuerzos mediadores del presidente costarricense, Óscar Arias. Insulza tiene previsto verse estos días en Nueva York con Lula y con el resto de mandatarios iberoamericanos para incrementar la presión sobre el presidente de facto, Roberto Micheletti. Moratinos insistió en la necesidad de buscar una «salida pacífica».

La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, consideró por su parte ayer que «ahora, más que nunca», es «imperativo» que Zelaya y Micheletti logren una salida consensuada. Y en la región, el presidente venezolano, Hugo Chávez, reclamó en la madrugada de ayer que el gobierno de facto «entregue el poder» a Zelaya sin provocar «una masacre».