Educación en Ciencias
Se constata en Europa un desinterés creciente por las Ciencias en la enseñanza media, con graves consecuencias en la elección de carrera universitaria. Este desinterés causa preocupación en las sociedades cuya economía depende de la creación de conocimiento y tecnología. En Estados Unidos no son ajenos a este problema, aunque su facilidad para afrontarlo, incorporando numerosos graduados -de Asia, especialmente-, sea una pauta desde hace tiempo. Además, diseñan constantemente programas avanzados para estudiantes preuniversitarios, con objeto de orientar y dirigir mejor sus pasos al mundo científico. Cerca de medio millón de alumnos han participado recientemente en uno de estos programas en el país norteamericano. Las evaluaciones permiten mejorar la enseñanza de las Ciencias. La complejidad de los estudios científicos de hoy obliga a poner un mayor énfasis en los conceptos que en los hechos y su descripción. Ese equilibrio entre la asimilación memorística de lo descriptivo y la percepción conceptual de lo que subyace, las leyes de la naturaleza tal como pueden ser formuladas desde la observación, ha sido una constante en las enseñanzas científicas. Es un error despreciar el cultivo de la memoria, pero el manejo conceptual aporta la capacidad de manejar el conocimiento de manera autónoma y crítica.
Mejorar la enseñanza de las Ciencias es también una necesidad, una más de las que quedan camufladas tras los problemas artificiales que algunos fomentan, como la imposición de una lengua vehicular distinta a la preferida o el adoctrinamiento. El profesorado de Ciencias también está necesitado de apoyo, de ellos depende el mejorar esta parcela tan fundamental para el futuro de nuestra sociedad. Está bien dotar de un ordenador a cada estudiante, pero nuestros problemas educativos demandan mucho más.
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