Los independentistas sacan pecho en Arenys pese a no votar ni la mitad del censo
Los autocares de Falange son despedidos a pedradas ante el gran despliegue policial para evitar incidentes en la concentración
«A la gente le interesa mucho más votar por la independencia que por el Estatuto de Autonomía». A las dos de la tarde, el portavoz de la plataforma organizadora de la consulta independentista de Arenys de Munt (Barcelona), Josep Manel Ximenis, pudo sacar pecho ante la numerosa prensa convocada en el pueblo y asegurar que su iniciativa había obtenido más participación a esa hora que cualquiera de las votaciones «oficiales» recientes -aunque el resultado final lo desmintiera-.
Mientras, los autocares que conducían a los manifestantes de Falange abandonaban Arenys escoltados por cinco furgonas de los Mossos d´Esquadra que no pudieron evitar que una pedrada destrozara los cristales de uno de los vehículos.
Finalmente, 2.671 personas sobre un censo de 6.515 -en el que incluyeron a los menores de entre 16 y 18 años- participó en la consulta, el 41 por ciento. En términos relativos, la participación ha sido un fracaso, ya que se ha quedado 30 puntos por debajo de las elecciones generales, cuando acudieron a las urnas el 70,39 por ciento de los ciudadanos, Además, la participación de ayer fue inferior a la registrada en las municipales de 2007 (58,13 por ciento) y en el referéndum del Estatuto de 2006 (48,85 por ciento).
Concentración de Falange
Horas antes de conocerse esos resultados, unos setenta miembros de Falange Española de las JONS se concentraron en la Plaza Cataluña de Arenys rodeados por fuertes medidas de seguridad. El perímetro de la plaza había sido acordonado horas antes para impedir el acceso de contramanifestantes independentistas llegados de todas partes.
Diez furgonetas de antidisturbios de los Mossos d´Esquadra, además de los efectivos de la Policía local y 50 voluntarios del equipo de seguridad de los organizadores se encargaron de mantener decenas de metros de distancia entre falangistas y soberanistas. Ambos grupos se cruzaron gritos e insultos a uno y otro lado del cordón policial al son de «Els segadors» y el «Cara al sol».
Además de proclamar la «españolidad de Cataluña» y reivindicar la unidad nacional, el portavoz de Falange, Manuel Picó, denunció en la lectura del manifiesto la supuesta connivencia entre el independentismo catalán y ETA y acusó a la Generalitat de ser «una estructura dictatorial, no hay democracia ni libertad en Cataluña».
En esta comunidad «hay una dictadura totalitaria y catalanista que censura, prohíbe y coacciona» añadía el manifiesto, prácticamente inaudible por los gritos de «fuera, fuera» que acompañaron a este grupo la hora larga que duró la concentración.
Poco después, en el otro extremo de Arenys de Munt, su alcalde, Carles Móra, se felicitaba por el éxito de la convocatoria independentista que ayer convirtió esta localidad en «capital de Cataluña». La regidora de Gobernación, Montserrat Carreras, se felicitó por la tranquilidad con la que transcurrió la jornada y destacó que los Mossos decomisaron dos bandera preconstitucionales a Falange. Las «senyeres» esteladas, por contra, inundaron la riera sin mayor problema.
Pese al carácter teóricamente civil de la consulta, los partidos nacionalistas no dejaron de enviar ayer a sus representantes a Arenys de Munt. La comitiva más numerosa fue la de ERC, aunque el más radical fue su ex presidente y actual responsable de Inmigración de CDC, Àngel Colom. El ahora dirigente de Converg_ncia denunció que el PSC «se ha alejado hoy de la centralidad de Cataluña ausentándose de la consulta popular en Arenys de Munt» y, al igual que la Falange y el PP, «hace el ridículo».
Colom anunció además que Converg_ncia ha remitido a todos los Ayuntamientos con alcaldes y regidores de su formación una notificación según la cual «CDC acompañará a todas las consultas que se realicen siempre que nazcan de la sociedad civil. No impulsaremos ninguna consulta, ésta tiene que salir de abajo, pero si surge, la apoyaremos», concluyó. La consulta no despierta el mismo entusiasmo en Unió, que se ha mantenido al margen. Agusti Bassols, ex dirigente de UDC, debía haber presidido ayer la comisión evaluadora de los resultados, pero se excusó en el último momento.
El portavoz del PSC, Miquel Iceta, respondió a CiU que promover consultas sobre la independencia «no es la mejor manera» de defender el Estatuto.
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