Diputados socialistas critican la subida de impuestos y los «parches» de Zapatero
«Hay iniciativas que no se entienden en el Grupo, no hay una estrategia efectiva», advierten en el Congreso
La digestión de la subida de impuestos está siendo dura y pesada dentro del Grupo Parlamentario Socialista. A algunos diputados se les ha atragantado y directamente son incapaces de digerir la nueva medida «anticrisis» de José Luis Rodríguez Zapatero. Los aplausos que recibió el presidente del Gobierno al final de su intervención en el debate del miércoles pasado en el Pleno del Congreso, mucho menos entusiastas entre los suyos que en ocasiones anteriores, duraron pocos segundos. En cuanto José Bono suspendió la sesión, diputados del Grupo Socialista, ya fuera del hemiciclo, no ocultaron su malestar por la subida de impuestos y en general por el resultado de algunas medidas económicas tomadas por el Gobierno de Zapatero. El ex vicepresidente Pedro Solbes se marchó a mitad de un debate que suponía la liquidación definitiva de su gestión.
«Hay determinadas iniciativas que no se entienden en la calle ni en el grupo, son medidas económicas no estructuradas, que no forman parte de un plan estratégico que afecte a todos los sectores de la sociedad. Son un parche más que otra cosa», explican fuentes del Grupo Socialista.
En concreto, las fuentes consultadas aseguran que una de las críticas que se escuchan más en el seno del grupo parlamentario se refiere a la subida de impuestos de 15.000 millones de euros, confirmada por Zapatero en el debate. «Muchos no estamos de acuerdo. Creemos que no va a ayudar a salir de la crisis, porque una subida de impuestos puede disminuir automáticamente el consumo, que ya es bajo. Si además se sube el IVA, el resultado será menos confianza, que es lo último que necesita nuestra economía».
En un sector de los diputados socialistas existe descontento por la «demagogia» que, a su juicio, ha acompañado el debate de la subida de impuestos. Creen que si el Gobierno decide tomar esa decisión, debe explicarla y «comunicarla» con rigor y con datos precisos, evitando debates innecesarios que conducen a discursos demagógicos. Así justificó Zapatero la subida de impuestos -mil euros por familia española de media- en el último Pleno: «Les voy a pedir una parte de ingresos a los ciudadanos que puedan darla sin que afecte para nada a la economía. Se lo voy a pedir con la idea básica de la solidaridad para que el Estado pueda cumplir los objetivos de protección social a los sectores más desfavorecidos». Es lo que un portavoz de izquierdas calificó de discurso trasnochado de Robin Hood.
Desaliento
Entre los diputados socialistas menos complacientes con la gestión de la crisis cunde el desaliento al comprobar que «los resultados de las medidas aprobadas no son acordes al nuevo modelo productivo que se quiere crear. No forman parte de una estrategia efectiva, su efectividad no se ve por ninguna parte».
Otras medidas que han recibido más críticas internas fueron el regalo de los 400 euros del primer año de legislatura -que puso en el bolsillo de los contribuyentes 6.000 millones de euros-, la decisión de eliminar las deducciones fiscales por compra de vivienda para las rentas superiores a 24.000 euros, la supresión del impuesto de patrimonio o el cheque lineal de 2.500 euros por hijo.
El malestar originado por este nuevo giro que ha dado la política económica del Gobierno se dejó ver en la reunión interparlamentaria de los socialistas con María Teresa Fernández de la Vega. Allí se escucharon voces que pedían al Gobierno «comunicar mejor» su gestión.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete