Septiembre 09: Rebelión en las aulas

El 35% de los trabajadores padecen síndrome postvacacional: insomnio, dolores de estómago, falta de apetito y concentración, irritabilidad y ansiedad. ¿Sufren nuestros hijos esta patología provocada por el fin de las vacaciones? «Sin duda, y de forma más intensa que el adulto ya que su periodo vacacional es más extenso», explica el doctor Antonio Redondo Romero, del Comité Ejecutivo de la Sociedad Española de Pedriatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap). Por el contrario, este síndrome otoñal es más fácilmente superable por un niño «debido a su flexibilidad: les motivan ilusiones distintas a las nuestras que van desde el reencuentro con los compañeros hasta el estreno del material escolar», añade Redondo, quien advierte de que la actitud de los padres es esencial en la vuelta a las aulas.
Aparte del apoyo psicológico, el verdadero desafío viene marcado por el cambio de hábitos y horarios tan radical al que siguen durante el verano. «Es necesario que los nuevos horarios se pongan en marcha días antes y de forma progresiva», pide Redondo.
Usa la cabeza, no la espalda
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid advierte de que actualmente más de la mitad de los niños entre 13 y 15 años sufren problemas de espalda, un 70% cuando hablamos de niñas.
A pesar de que la señal de alarma «aparece alrededor de los trece años», el problema arranca «mucho antes», advierte el responsable de Osteopatía de Clínica Vass, Raúl Guzmán. Mobiliario escolar no adaptado a la altura de cada niño, hábitos posturales erróneos y la maldición de las mochilas: nuestros hijos no deberían soportar peso superior al 10 % de su cuerpo «y nunca por espacio de más de quince minutos», asesora Guzmán. Las anomalías en higiene postural no son exclusivas de la escuela: «Ya en casa, ven la televisión tumbados en el suelo y estudian apoyados sobre una rodilla».
La supervisión de los padres «así como su ejemplo» son para este experto claves a la hora de atajar un problema que puede cobrar dramatismo a largo plazo. «Hablamos de algo tan serio como el acortamiento de la musculatura isquiotibial, de escoliosis e, incluso, de artrosis y hernias discales», avisa José Santos, secretario general de los fisioterapeutas madrileños. Esta gremial ha editado una guía dirigida a niños hasta ocho años para prevenir lesiones por malas posturas.
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