La vuelta al cole más cara
Septiembre es un mes de cuentas, las hacen los padres y las echan también distintas organizaciones, como la Unión de Consumidores (UCE): si su hijo está matriculado en un colegio público, equiparlo le supondrá un gasto aproximado de 499 euros; casi 1.000 si acude a uno concertado y más de 1.300 si se trata de un centro privado. La ropa y el calzado absorben un tercio del presupuesto destinado a esta vuelta a las aulas. Los libros (165-220 euros) y adquirir el resto de material escolar (90 euros) completan el mismo.
Desde que en 2000 la Comunidad de Castilla-La Mancha implantara el programa de gratuidad de textos, el resto de autonomías se han ido sumando a la iniciativa, aunque de forma muy distinta. La mayor parte ha optado por el sistema de reutilización, como Aragón y Navarra. Los alumnos reciben los manuales en calidad de préstamo y los devuelven al finalizar el curso. Pertenecen al colegio y pasan de un niño a otro. Cada cuatro años se renuevan, salvo en aquellos casos que sea imposible, por ejemplo los libros de 1º y 2º de Primaria, compuestos por fichas y recortables.
Comunidades como Murcia y Asturias, entre otras, optan por la concesión de ayudas monetarias: en torno a 100 euros para los alumnos de Primaria y por encima de esa cifra si cursan Secundaria. Galicia, que en 2008-09 se encontraba dentro del grupo de los «recicladores», este año se ha decantado por la modalidad de beca. Un error, consideran desde la Confederación Española de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ceapa).
¿Compra o préstamo?
«El cheque-libro es inadecuado. Supone un gasto anual muy grande para las familias. Beneficia sólo a las editoriales. Rompe la cultura de la reutilización. Y envía un mensaje erróneo: «Quédeselos, son suyos»», comenta José Luis Pazos, presidente de FAPA Madrid Francisco Giner de los Ríos. Aunque ningún método es perfecto: «Antes, los cuadernillos de ejercicios iban incluidos en el propio libro y tenían un coste residual, un 15-20 por ciento de lo que valía el texto. Sin embargo, de repente, en las comunidades donde se ha implantado la fórmula de préstamo, éstos han pasado a costar una barbaridad (50%). Es curioso», relata Pedro Rascón, presidente de Ceapa.
En otros países el debate entre compra o préstamo de libros se superó hace tiempo. En Estados Unidos ya hay páginas web sociales enfocadas al intercambio. El usuario ofrece libros que no necesita y pide los que le faltan. En la mayoría de los países europeos los centros educativos alquilan los textos u organizan un mercado de usados. En Noruega, Suecia o Dinamarca son los gobiernos centrales o municipales los que asumen el gasto. El presidente de Ceapa aboga por la imitación del modelo francés: «Los manuales pertenecen al aula, como cualquier material de consulta. En nuestro caso, venimos de una tradición de propiedad que con el tiempo se ha ido pervirtiendo. Yo me acuerdo que mis hermanos utilizaban el mismo libro que yo. Ahora no pasa».
Ropa y uniforme
El uniforme, apuntan desde OCU, sale más caro «al principio» (236 euros), «pero como los padres suelen comprar dos para todo el año, a la larga resulta más económico». En noviembre, la presidenta madrileña Esperanza Aguirre anunciaba desgravaciones fiscales del 10 por ciento en el importe de los uniformes y de las clases de idiomas para el presente curso. El Ministerio de Educación también contempla subvenciones, entre otros conceptos, para el desplazamiento de los estudiantes. El transporte de uno de ellos, por ejemplo, cuesta entre 39 y 56 euros, en función de la ruta que haga el centro, y de si éste es público o privado. Los precios del comedor sufren, de igual modo, variación en función de esa circunstancia. Y es muy dispar de una autonomía a otra, apunta UCE. Mientras que el menú de un niño asturiano asciende a 2,75 euros diarios, a un catalán le supone el doble.
Con esta situación de partida los padres salen a comprar. «Los libros los tengo encargados desde julio. Iré a por ellos la semana que viene porque aún no están. Hay tiempo hasta que la niña empiece el 14 de septiembre. Hemos venido sólo a mirar», comenta Susana mientras Marina se prueba un suéter. A su lado, una larga fila: «Esperamos nuestro turno para recoger los libros de Alex y María. No sabemos cuánto costarán. Miedo nos da incluso preguntar», dice Claudia mirando a su marido. Laura tampoco ha adquirido los de Álvaro, que hará 6º de Primaria: «Aguantaremos un poco. Nos han concedido la tarjeta libro de la Comunidad de Madrid, pero todavía no obra en nuestro poder», sonríe. Lidia, que no es becaria, se queda ojiplática cuando su madre saca el ticket y dice en alto el montante de lo que lleva gastado: «Casi 400 euros entre textos y material escolar correspondiente a 2º de Primaria. Y todavía me queda el calzado y la ropa. Por suerte, usa uniforme».
Los hipermercados cada vez empiezan antes sus campañas de fidelización. Ofrecen el pago fraccionado de los textos -casi un dos por ciento más caros que en 2008/09- y descuentos que van desde el 5 por ciento en Infantil hasta el 25 por ciento en Primaria y Secundaria. Aunque los padres preferirían la cifra redonda del cien por cien. «Los libros tendrían que ser gratuitos, según establece la Constitución, como material indispensable para la educación que son», señala el presidente de FAPA Madrid Francisco Giner de los Ríos. «A los padres no se nos pide un porcentaje del salario de los profesores o que nuestros hijos lleven su propia silla y pupitre. Igual de ilógico es que nos exijan los textos», dice Pedro Rascón, presidente de Ceapa.
Por regiones
Galicia con un gasto medio de 698 euros cuenta con la «vuelta» más económica. Le siguen Aragón (699 euros), Castilla-La Mancha (699), Canarias (704) , La Rioja (742), Andalucía (747) y Cantabria (764), según datos de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI). Madrid (1.072 euros) encabeza la lista en la otra cara de la moneda. Cataluña (1.068), Valencia (993), País Vasco (942), Navarra (893), Baleares (855), Castilla y León (808), Asturias (803), Murcia (774) y Extremadura (764) marchan por detrás suya.
«La vuelta al cole es siempre por las mismas fechas, así que lo que hacemos en casa es planificarla. Tampoco es que armemos grandes estrategias, pero, por ejemplo, elaboramos un presupuesto orientativo de lo que nos queremos gastar. Muy similar al del año anterior, la verdad; con la diferencia de que este año compras menos bolígrafos y menos zapatos porque todo está más caro y tienes el mismo o menos dinero», se queja Charo, que equipará lo mejor posible a David y Carlos, en 3º y 6º de Primaria, respectivamente. «Como dejes las compras para el último día no comparas precios, te vuelves loca y acabas encargando los libros y el uniforme en la tienda del barrio o en el colegio, y te sale por un pico», asegura Eugenia, que este año adquirirá los polos blancos y el baby de Lucía en el centro comercial y luego les coserá el escudo del colegio para ahorrar. Carmen también tira de ingenio: «Aprovecho mucho las rebajas. En las de invierno, sin ir más lejos, le cogí a Fernando las prendas que puedo arreglarle de largo y de ancho, pantalones, por ejemplo. Y, no quiso, pero también le compré sudaderas y abrigos una talla mayor. El chándal, la mochila y las deportivas las compré hace poco, pero en rebajas también».
Susana también ha visitado las papelerías que estaban de liquidación, para sacar partido a las ofertas. Pero no se ha llevado a Diego consigo, porque si no, reconoce, «pediría la carpeta más cara y menos práctica». «Te compro el estuche de tu héroe, pero los cuadernos normales, ¿vale Alberto?», negocia Silvia con su hijo de 7 años. Y es que las marcas encarecen la factura un 30 por ciento. Útil, de igual modo, puede ser enseñarles a consultar internet con fines académicos, por ejemplo, los diccionarios y enciclopedias online.
La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) propone a las familias que tengan en cuenta las 4R (reducir, reciclar, reutilizar y reparar). Todo para salir un año más airosos de una vuelta al cole que cada vez recuerda más a la temida cuesta de enero.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete