El US Open espera a Federer, no a Nadal
En la Gran Manzana no hace ni frío ni calor, que es más o menos como los neoyorkinos ven ahora a Rafa Nadal. Todos esperan al gran favorito, que esta vez es Federer

Hace mucho tiempo que Rafa Nadal no llegaba a un Grand Slam sin ser el favorito. La lesión que le ha tenido apartado dos meses de los torneos y el tenis que ha realizado posteriormente le dibuja como un aspirante más, probablemente el que menos opciones tiene de los tres que secundan al verdadero rey del torneo: el suizo Roger Federer, al que todos ven como indiscutible favorito.
Nadal, él mismo lo ha dicho, llega en fase de probaturas, las de sus rodillas, pero en su fuero interno parece que no se ve con posibilidades reales de ganar a sus tres compañeros de viaje, aunque con jugadores así, competitivos y campeones, nunca se sabe. Si Rafa gana, conseguiría un entorchado muy valioso: los cuatro Grand Slam en años diferentes y con sólo 23 años.
Sin embargo, lo que conseguiría Federer de alzarse con el triunfo tampoco es malo: su sexto título consecutivo en Flushing Meadows, lo que demostraría que, más que en la hierba, Roger es imbatible en cemento. A estas alturas de la temporada, cuando los jugadores que basan su juego en el físico empiezan a derrumbarse, dan paso a la técnica privilegiada del helvético.
Federer empezará contra el estadounidense Devin Britton, de 18 años y 1364 de la ATP, invitado de la organización. Nadie duda del suizo, que ha encontrado su mejor tenis amparado en la lesión de Nadal, que le ha devuelto la confianza y el sosiego que le había quitado la presencia continua del jugador balear.
Por el lado de Roger caminará el serbio Novak Djokovic, número cuatro del mundo y que comienza con el croata Ivan Ljubicic, un jugador peligroso. Finalista hace dos años, Nole ha perdido parte de su protagonismo y de las expectativas en favor de Murray. Sin embargo, la superficie la va muy bien al balcánico, que fue finalista en Cincinnati y que ha recuperado confianza después de vencer a Nadal.
Evitar a Federer
Murray también llega con esperanzas. Eludirá a Federer hasta la final aunque, en teoría, tendría a Nadal, al que ya ganó en semifinales el año pasado, y ha mejorado mucho esta temporada. Sin embargo, todas las expectativas de que por fin iba a ganar un Grand Slam quedaron un poco aguadas cuando Federer le derribó en solo dos sets en la final de Cincinnati, como si al británico, más que potencial, le costara creérselo. Un día lo hará, y puede ser ahora. Andy necesita dar lustre a su condición de número dos y su cosecha de trece títulos. La ausencia de un «major» obsesiona al escocés que, además, tiene un problema, pues arrancará ante Gulbis. El millonario letón lleva una temporada pésima, pero es un jugador con un potencial tremendo que puede explotar en cualquier momento. Además, esta superficie le viene como anillo al dedo. Si alguien puede dar la sorpresa en primera ronda es él.
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