O'Leary, ¿bufón o genio de los negocios?

«Que hablen de ti aunque sea mal» es la máxima de Michael O'Leary. Con sus tácticas «marketinianas» agresivas, el presidente de la aerolínea irlandesa Ryanair nunca deja a nadie indiferente por lo que hace o lo que dice cuando hace acto de presencia ante los periodistas. Considerado por muchos un payaso sin ética ni moral, no hay duda de que su gestión al frente de la primera aerolínea por pasajeros transportados de Europa es excelente . Como prueba, los 136 millones de euros que ha ganado en el primer semestre del año, un año de pérdidas generalizadas para todas las aerolíneas.

Además de en beneficios, Ryanair también es líder en demandas de las asociaciones de consumidores y en casos de violación de los derechos de sus clientes. Algunas de sus propuestas para que los vuelos puedan ser más baratos siendo rentables son que los pasajeros puedan volar de pie, sin asiento, o que se les cobre por ir al baño. Por proponer, incluso ha propuesto cobrar más dinero a los pasajeros más feos que vuelen con Ryanair.

Esto no es más que, en definitiva, una nueva estrategia de publicidad, que para O'Leary lo es todo. Como lo son los sucesivos litigios con Iberia, a quien ha acusado en múltiples ocasiones de «robar a sus clientes». Las acciones legales de la compañía de bandera española contra Ryanair son consideradas por Michael O'Leary «publicidad gratuita». El empresario irlandés, al frente de la aerolínea desde 1994 (cuando era una pequeña compañía con vuelos sobre todo regionales) es considerado tiránico y déspota por muchos de sus empleados, e incluso tuvo un litigio con el Gobierno francés ya que pretendía (hecho inaudito) que el derecho laboral francés, muy protector de los trabajadores, no rigiera sobre las plantillas de la compañía en Francia. También ha dado su aprobación a polémicas campañas de publicidad como la de cuando la reina Doña Sofía viajó a Reino Unido con ellos , que luego fueron retiradas. Zapatero o Sarkozy también han salido sin consentimiento en sus publicidades.

Guste o no, lo cierto es que O'Leary -el hombre más rico de Irlanda- es una «rara avis» dentro del trajeado mundo empresarial, y no deja de ser un soplo de aire fresco, un estilo de dirección alejados de los Botín, Alierta y compañía.