Las vacaciones más «chic» de los Obama

Las vacaciones de verano de un presidente de Estados Unidos -país con limitadas costumbres en lo referente al descanso estival- nunca son fáciles. Bill Clinton, ante su reelección, llegó a encargar encuestas para determinar un destino «aceptable» para la ciudadanía. A George W. Bush se le criticó su gusto por desaparecer largas temporadas en su rancho de Texas, donde llegó a pernoctar 490 días de sus ocho años en la Casa Blanca.
Toda esta tradición de reproches y escrutinios amenaza con alcanzar también a Barack Obama en su primer veraneo presidencial. Seguramente, nadie le hubiera criticado por irse a su Hawai natal o a su cuna política de Chicago. Pero al haber elegido como destino la exclusiva isla de Martha´s Vineyard, el presidente se está ganando toda clase de críticas. Serán unas lujosas vacaciones que contrastan con la dolorosa recesión que EE.UU. padece desde diciembre de 2007.
Lo más exclusivo y caro
Con una sensibilidad que recuerda a la demostrada en 1985 por Felipe González embarcándose en el yate «Azor» de Franco, esta semana ha trascendido el alquiler de una envidiable mansión de cinco dormitorios en la localidad de Chilmark, a la cabeza del ranking de los pueblecitos más exclusivos en EE.UU. La residencia, conocida como la granja de la garza azul y valorada en más de 13 millones de euros, dispone de varias edificaciones, piscina, playa privada, cancha de baloncesto y hasta un poco de «green» para practicar golf.
Según estima la publicación local «Vineyard Gazette», ese tipo de propiedades no se alquila por menos de 35.000 euros a la semana. En el caso de los Obama. El arrendamiento se habría formalizado con tres contratos diferentes. Uno a cargo de la primera familia. Otro, a cargo del servicio secreto, institución encargada de la seguridad presidencial. Y otro, costeado por la Casa Blanca, que planea desplegar un «entourage» suficiente como para dirigir una guerra nuclear desde el porche de la mansión.
Durante sus vacaciones de agosto en la isla de Martha´s Vineyard, al sur de Cape Cod, los Obama estarán acompañados por la adinerada élite del Partido Demócrata. Desde los Clinton hasta los Kerry-Heinz. Sin olvidar a los Kennedy, en Hyannisport.
De acuerdo con el calendario manejado por la Casa Blanca -que se encargó de recordar que los Obama no se comportan como unos nuevos ricos, pues ya han visitado con anterioridad esta privilegiada isla- la idea es que la primera dama, sus hijas y el famoso perro Bo lleguen antes. Sin descartarse la posibilidad de coincidir con la cacareada boda de Chelsea Clinton.
En una reciente entrevista con la cadena CBS, Barack Obama ya se vio obligado a decir que todos los días piensa en las penurias de la gente, «pero no creo que el pueblo norteamericano esté pensando en que por eso yo no deba pasar tiempo de calidad con mis hijas».
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