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Lula da Silva: «¿Quién va a reciclar un preservativo?»

Lula da Silva: «¿Quién va a reciclar un preservativo?»

«Ellos (los británicos), que son tan limpios y quieren terminar con la contaminación en el mundo, nos mandan aquí contenedores de basura diciendo que es para reciclar. ¿Quién va a reciclar un preservativo? ¿Quién reciclará desechos de hospital? ¿Quién tomará una jeringa para reciclarla y usarla de nuevo?», ironizó ayer, serio, el presidente Lula da Silva.

Las preguntas del presidente marcan un nuevo capítulo de la «guerra de la basura» entre Brasil y Gran Bretaña, país desde donde han llegado toneladas de residuos tóxicos a puertos brasileños escondidos en contenedores. «No somos el basurero del mundo», han denunciado el Procurador de la República, Júlio Carlos Castro Jr., y el presidente del Instituto de Medio Ambiente y Recursos Renovables, Roberto Messías Franco.

Se trata de más de mil toneladas de jeringas, profilácticos, papeles, plásticos, medicinas caducadas... que desembarcaron de modo clandestino dentro de 89 contenedores a los puertos de Santos y de Rio Grande, y al complejo de Puerto Seco de la Sierra Gaúcha, en el estado de Grande do Sul.

Escala en Bélgica

Los navíos con tan molesta carga partían de Inglaterra, hacían escala en Bélgica y desde allí navegaban directo a los puertos brasileños, donde atracaron como si llevaran productos importados por dos empresas del sur de Brasil. Sin embargo, la única mercancía encomendada por las empresas locales era un tipo de plástico reciclable que se utiliza en la fabricación de tejas. «No se ha comprado aquello que está en los contenedores. La documentación está completa y al día, perfecta. Lo que no está perfecto es lo que ha arribado», afirmó la abogada de las dos empresas importadoras, Silvana Werner.

La Policía Federal mantiene abierta una investigación, y el Instituto Brasileño de Medio Ambiente ya ha multado a cinco empresas -dos importadoras y tres transportadoras-, con 408.000 reales (unos 145.855 euros) a cada una. Según una hipótesis oficial, los residuos tendrían vínculos con la mafia. «Ya existen antecedentes de prácticas de la mafia en Italia de desviar residuos y depositarlos en otros países. Teníamos información de que esa práctica afectaba a los países africanos; y ahora, pasa aquí, en Brasil», se lamentó esta semana el fiscal federal Marco Medeiros.

Denuncia a la ONU

El ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, anunció el miércoles que denunciará el caso ante la Convención de Basilea de la ONU de 1989 contra el tráfico de materiales peligrosos «para verificar si se ha violado el acuerdo y pedir que se respete».

Asesores del canciller Amorim confirmaron a ABC que el responsable de la diplomacia brasileña ya ha trasladado su malestar por la situación al Gobierno británico, y que «ya conversó sobre el asunto» con su homólogo, el ministro laborista David Miliband, quien aseguró que «prestará toda la atención necesaria para resolver el asunto».

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