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Hoy no es el día

Hoy no es el día

Hoy es el día. Con esa frase iniciaba cada mañana el día Mel Fisher, el famoso cazatesoros que se hizo con el oro del Nuestra Señora de Atocha allá por 1985. Entonces España no tenía una postura clara sobre los pecios nacionales sumergidos más allá de sus aguas territoriales, y Mel Fisher tuvo vía libre para hacer collares y pendientes con material arqueológico de 1622. Su fortuna hizo crecer la fiebre del oro en Florida, donde hordas de cazatesoros se dedicaron a dragar el fondo marino para buscar el oro español. Se asentaba así una de las industrias más controvertidas y dañinas para el patrimonio cultural de España. Más de veinte años después nos ha llegado el turno para decir “Hoy no es ese día”, porque la decisión judicial del caso Odyssey Vs. España sentará sin duda un precedente en la historia de la Arqueología Subacuática. El juez Pizzo es bastante directo: reconoce que el pecio hundido es Las Mercedes, y que por tanto España tiene la potestad sobre el cargamento por tratarse de un barco militar. Reconoce que Odyssey sabía que se trataba de Las Mercedes y que España nunca dio permiso a la empresa estadounidense para que excavara el pecio. Odyssey ha apelado, pero por la sentencia que ha hecho pública el ABC , parece que España tiene un buen caso entre sus manos.

Impacto directo

La resolución final tendrá un impacto directo sobre la gestión del patrimonio subacuático en el mundo y es posible que una victoria de España anime a otros estados a tomar acciones legales en casos similares. Con la entrada en vigor de la Convención para la Protección del Patrimonio Subacuático de la UNESCO en enero de este año, se está limitando la actuación de este tipo de negocios, que usan nuestro patrimonio cultural como moneda de cambio. Empresas como Odyssey Marine Explorations ponen mucho en empeño en afirmar que hacen arqueología, pero la falta de informes de excavación y publicaciones en revistas con revisión por pares ponen en evidencia su profesionalidad. Para empresarios como Greg Stemm (CEO de OME) ellos “democratizan” la historia mediante la venta del material, pero en realidad la dispersión del material arqueológico y su venta reduce dramáticamente los escasos recursos que tenemos para entender nuestro pasado.

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