Bruselas quiere que el BCE controle las entidades financieras transfronterizas para evitar nuevos riesgos para el sistema
“Ahora o nunca”. Con esta frase pronunciada esta mañana por el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se podría resumir la encrucijada en la que se encuentra el sistema financiero europeo . La crisis financiera, el gérmen de la económica, ha hecho que Europa quiera aumentar el control de las entidades bancarias que operan en diferentes países europeos y que, como consecuencia de esta actividad trasnacional, se escapaban a él.
La idea, presentada por Barroso y los comisarios de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia , y de Mercado Interior, Charlie McCreevy , es crear un Comité Europeo de Riesgo Sistémico , presidido por el Presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, que se encargará de valorar los riesgos del sistema financiero desde una visión de conjunto, o lo que es lo mismo, teniendo en cuenta también el riesgo macroeconómico. Los gobernadores de los 27 Bancos Centrales estarán también presentes en este nuevo Comité que hará “alertas tempranas” de los posibles riesgos y recomendaciones a seguir.
Además la Comisión Europea creará el Sistema Europeo de Supervisores Financieros que aglutinará los 27 de los Estados y analizarán los riesgos para el sistema financiero desde un punto de vista global y no nacional, como sucedía hasta ahora.
El espíritu de fondo de esta reforma es que las entidades financieras y las aseguradoras, que también estarán afectadas por esta nueva regulación, no puedan escapar al control de las autoridades de supervisión ni en los casos en los que operen en diferentes Estados miembros, como sucedía en parte hasta ahora.
Barroso explicó en rueda de prensa que “el nuevo sistema acabará con los problemas de las entidades que invierten en diferentes países e intentará luchar contra los riesgos sistémicos”. Almunia, por su parte, añadió que no era bueno mantener un sistema financiero cada vez más integrado y con una supervisión que se circunscribía al territorio de cada uno de los países y, además, sin tener en cuenta el conjunto del sistema. Sin embargo, y frente a las críticas que pedían una propuesta que aumentase más el control de las entidades, Almunia especificó que “hemos llegado hasta donde hemos podido y hasta donde hemos creído que tendríamos el apoyo de todos los países porque, ante todo, hay que ser realistas”.
Reino Unido y Alemania son los dos países que se han mostrado hasta el momento más reticentes a ceder soberanía en materia de supervisión financiera, en este caso al Banco Central Europeo, por entender que eso supone una merma en su capacidad decisoria en la materia. Sin embargo la actual crisis económica, de origen financiero, está presionando a todos los Gobierno europeos no sólo para que palien las consecuencias en materia de destrucción de empleo, etc sino también para que cambien las reglas del juego y nada de lo que ha pasado pueda volver a repetirse.
Cabe recordar que Reino Unido es el país que alberga la principal plaza financiera de Europa, la City londinense, y se resiste a dar más poderes al Banco Central Europeo teniendo en cuenta además que ni siquiera está dentro del euro.
La propuesta realizada hoy por el Ejecutivo comunitario será analizada por los ministros de Economía de la Unión Europea, Ecofin, el día 9 de junio y posteriormente por los Jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre de los días 18 y 19. En caso de que la idea reciba el apoyo político de los Veintisiete podría transformarse en legislación en otoño de este mismo año.
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