Suscríbete a
ABC Cultural

«Picasso trató desesperadamente de no comprometerse políticamente»

«Picasso trató desesperadamente de no comprometerse políticamente»

Biógrafo y sin embargo amigo de Pablo Picasso, comisario de la exposición sobre sus últimos años que es la sensación de esta temporada en Nueva York, vive en una casa que es como una galería vaticana de la bohemia. Bellísimos objetos carismáticos lo abarrotan todo, alternando con pinturas y fotografías que, cuando se acaban las paredes, pueden reposar sobre una silla, junto al majestuoso dosel de la cama o a los pies de la gata Lulú. Richardson presume orgulloso de que su Lulú tiene doble zarpa, «como la mayoría de los gatos de Hemingway».

-Dicen que teme usted no sobrevivir a Picasso, no tener tiempo de acabar su monumental biografía...

-Tengo 85 años y sufro degeneración macular en ambos ojos. Me lleva toda la mañana hacer una consulta documental que antes era cosa de cinco minutos. Por eso voy a seguir con la ayuda de otro escritor, Gijs van Hensbergen, el autor del mejor libro que se ha escrito nunca sobre el «Guernica». Me interesa mucho colaborar con él porque es un gran conocedor del punto de vista español de Picasso, que es algo de lo que se habla poco.

-¿Por qué?

-Porque a veces salen cosas chocantes. Por ejemplo aquello que descubrí al final del tercer volumen de la biografía, que en 1934 Picasso aceptó una invitación a cenar en San Sebastián con José Antonio Primo de Rivera. Mucha gente dice, eso es imposible, Picasso no habría ido nunca. ¡Pero fue! Y un asistente a aquella cena comentó que los ojos de Picasso le recordaban los del «héroe» Benito Mussolini. Hay versiones que dicen que al oír esto Picasso, horrorizado, se fue a coger el primer tren de vuelta a París. ¡Pero es mentira! Se quedó por lo menos tres días más en San Sebastián, siendo paseado y entretenido, asistiendo a cenas...

- Y esto es un shock para mucha gente.

-Cuando no debería. Yo comparo a Picasso con Lorca (otro que antes de la guerra se relacionó con Primo de Rivera), Picasso y Lorca trataron desesperadamente de evitar comprometerse ni con la derecha ni con la izquierda, no querían problemas... Lorca no lo consiguió, pero Picasso sí. ¡No se hizo comunista hasta 1944!

-La vida da muchas vueltas.

-A mí me parece normal que Picasso y Primo de Rivera se trataran. Los dos provenían del mismo tipo de familia andaluza. Picasso tenía un tío diplomático, otro que era el mejor médico de Málaga, un primo de su madre era el general Juan Picasso, el autor del terrible informe sobre el desastre de Annual...Todo esto resulta fascinante para mí...

-¿Le parece que los españoles son muy dados a reinventar su propia historia?

-Me parece que Picasso era un héroe dentro de su estudio, pero fuera del estudio le aterrorizaba todo. Cuando su gran amigo Guillaume Apollinaire fue arrestado porque su secretario había robado dos esculturas del Louvre que Picasso quería, la policía preguntó a Picasso si conocía a Apollinaire, y Picasso lo negó. Esto no fue muy noble por su parte. Pero Picasso sabía que todos los españoles en París tenían un dossier policial.

-En cambio permaneció en Francia durante la Segunda Guerra Mundial.

-Esa es la cosa más heroica que, sin duda, hizo nunca, cuando ya era considerado un enemigo número uno por los fascistas. Le invitaron a Nueva York, pero él no hablaba inglés y no se imaginaba fuera de Europa. También le invitaron a Suiza pero allí tenía miedo de aburrirse.

-Y en los últimos años de su vida, la gran explosión de fuerza que usted ha mostrado en una galería de Chelsea, como si fuese una joven promesa...

-La idea era esa, mostrarle como a un pintor nuevo, abrir los ojos de la gente a su energía final, cuando reaccionó contra la abstracción que tanto odiaba. El verdadero surrealismo de Apollinaire implicaba que la obra de arte fuese «super-real», más real que la realidad misma... Pero luego vino la reinvención del surrealismo por André Breton, la contaminación de freudianismo, el alejamiento de lo concreto que es lo único que le interesa a Picasso. Sólo con el arte es él capaz de torear su miedo a la muerte.

- No podía hablar de eso pero sí podía pintarlo.

-¿Recuerda la «Cabeza de Matador» de la exposición, la que parece pintada de un enérgico brochazo? Allí Picasso está confrontando la muerte, mirándola a la cara.

-¿Cuántos tomos faltan para completar semejante biografía?

-Pues déjeme decirle que acabo de tener un shock muy desagradable. Mi agente me ha comunicado que se suspende la traducción del tercer volumen al español. La editorial, Alianza, alega motivos económicos, y yo sé que la situación financiera internacional es terrible, pero si ellos se hubieran puesto en contacto conmigo se podrían buscar soluciones, negociar los gastos de copyright, etc. Y no me han consultado ni me han dicho nada. Cuando una y otra vez expertos de todo el mundo han dicho que mi trabajo es la mejor biografía de ningún artista jamás escrita. ¿No me podían haber dado una explicación por lo menos? ¡Estoy furioso!

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación