Miedo al Gobierno

RESULTA que, después de todo, las fórmulas socialistas van a triunfar, tal como auguran sus líderes. Lo digo por el nuevo reparto de papeles entre trabajadores y empresarios. Vivimos en un país donde los sindicatos dictan la política económica al Gobierno mientras los empresarios tienen miedo a hablar. En estado de pánico todos ellos cuando se hace involuntariamente pública la auténtica opinión sobre el Gobierno de uno de sus representantes, probablemente la opinión de la mayoría. En un panorama en el que Adolfo Domínguez, que ha dicho a micrófono abierto lo mismo que Díaz Ferrán dijo a cerrado, parece un kamikaze.

No vaya a ser que pierdan la ayuda que el Gobierno puede darles con lo que previamente les ha quitado en impuestos. No vaya a ser que les prepare una nueva regulación que hunda sus negocios mientras revitaliza los de los callados y obedientes. No es completamente nuevo el panorama. En esto consiste el gran Estado. En el inmenso poder de la clase política. Claro que se supone que para hacer justicia social, para proteger a los débiles, para defender intereses generales.

Y no para utilizar los impuestos de ciudadanos y empresarios para amedrentarlos y callarlos. Que es lo que empieza a parecer la fórmula socialista para salir de la crisis, especialmente en España. Consiste en sustituir la codicia empresarial que supuestamente nos llevó a la crisis por la codicia política. La de los políticos con pocos escrúpulos, ávidos de poder y de control. Hasta los empresarios les tienen miedo.