La secretaria de Madoff dique que planeó su detención y que ahora encubre a alguien

La secretaria de Bernard Madoff durante más de 20 años, Eleanor Squillari, ha afirmado que el financiero estadounidense, en prisión por una de las mayores estafas de la historia, planeó meticulosamente su detención y ahora no colabora con la justicia para proteger a terceras personas.
Squillari ha decidido romper su silencio en varias entrevistas a medios de comunicación estadounidenses en las que ofrece detalles sobre cómo era su jefe y los días previos a su detención.
Madoff, de 70 años, confesó en marzo haber creado y mantenido durante dos décadas una fraudulenta estructura piramidal de inversiones que él mismo cifró en 50.000 millones de dólares, aunque en cartas que envió a sus clientes poco antes de ser descubierto hablaba de 65.000 millones.
Desde que en diciembre se destapó la estafa, el financiero siempre ha insistido en que sólo él estaba al corriente. Incluso, sus hijos fueron quienes lo denunciaron ante la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) diciendo que su padre les acababa de confesar el fraude.
Sin embargo, su secretaria ha defendido en el programa "Today" de la NBC que Madoff, al que se refiere como "Bernie", planeó meticulosamente cómo sería su detención, qué pistas iba a dejar y qué documentos encontraría el FBI cuando registrara su despacho. Squillari, que ha colaborado en estos dos meses con el FBI, tiene la impresión de que el financiero intenta proteger a alguien. "No está colaborando con la justicia, y creo que es porque está protegiendo alguien", dijo en una entrevista que, al igual que otra concedida a la cadena ABC y un artículo que aparece en la portada de "The New York Post" , pretenden promocionar un reportaje que "Vanity Fair" publicará en su edición de junio sobre sus años de trabajo con el financiero.
Para su promoción, la revista "Vanity Fair" también ha colgado un vídeo en su web en el que Squillari, de 59 años, asegura que poco antes de su detención en diciembre de 2008 Madoff parecía estar "en coma", llegó a tomarse la tensión cada quince minutos y sus condiciones físicas y anímicas se resintieron de forma importante.
En estas entrevistas relata, por ejemplo, que cuando Madoff supo que la secretaria de un cliente había sido detenida por apropiación indebida, el financiero dijo que parte de la responsabilidad la tenía el jefe porque tendría que haberla vigilado. "Tendría que haber mantenido un ojo en sus finanzas. Por eso, yo dejo que Ruth (su esposa) siempre vigile los libros. A Ruth nada se le escapa", afirma Squillari que comentó Madoff. "Ya sabes cómo es esto: uno empieza tomando un poco, quizá unos cientos, unos miles; uno se ve cómodo y antes de que se dé cuenta la bola de nieve se ha convertido en algo grande", relata Squillari rememorando una conversación con su ex jefe.
Bromas de tintes sexuales
En un terreno más personal, la secretaria del financiero revela que a Madoff, que se enfrenta a una condena de hasta 150 años de prisión, le gustaba flirtear, hacía bromas de tintes sexuales y frecuentaba los salones de "masajes" poco tradicionales. Cuenta que en una ocasión vio en su agenda "una docena de números de sus masajistas" y que le dijo: "si un día pierdes la agenda y alguien la encuentra se van a pensar que eres un pervertido".
Añade que a menudo él le decía: "Sabes que estás loca por mi" o, que cuando ella desaprobaba con gestos que Madoff saliera del baño de su oficina levantándose aún la cremallera del pantalón, éste bromeaba diciendo "sabes que te excita". Pese a todo ello, Squillari insiste en que ambos tenían muy buena relación y que ese tipo de comentarios no le parecían inapropiados porque eran en tono de broma.
Además, asegura que el Madoff que ella conoce, "enormemente generoso y amable", no es el mismo que el que ha visto últimamente en la televisión, por lo que dijo tener dificultades para asumir lo ocurrido ya que "lo admiraba". Squillari explica en sus entrevistas que por ese motivo decidió colaborar con el FBI. "Estaba obsesionada con ayudarlos y así entender yo qué era lo que había pasado", agregó. Reconoce que ella también confió a Madoff parte de su sueldo porque "los ingresos de una madre soltera no dan para mucho".
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