El Gobierno de Chávez reprime la marcha de la oposición
En el Día del Trabajador la marcha de la oposición ha sido reprimida hoy duramente, sin motivos aparentes, en el centro de Caracas, mientras que la de los seguidores de Hugo Chávez transcurrió sin sobresalto ni pestañeo alguno, lo que evidencia la profunda división social que existe desde hace diez años impulsada por el Ejecutivo.
Los trabajadores y partidos políticos de la oposición estaban autorizados por el alcalde chavista de Caracas, Jorge Rodríguez, para marchar desde la Plaza Venezuela hasta la Asamblea Nacional para entregar un documento en el que expresaban su descontento por los problemas económicos y sociales y pedían solución a la escasez de vivienda, desempleo e inflación.
Sin embargo, cuando los manifestantes estaban pasando por la Plaza Colón, donde hace unos años los “chavistas revolucionarios” destruyeron la estatua del navegante genovés, decenas de policías y soldados de la Guardia Nacional desviaron, sin previo aviso, la marcha hacia la avenida Libertador.
La marcha opositora continuó entonces su recorrido por la avenida México, a pesar del desvío, pero a la altura del Parque Carabobo se topó con un fuerte y exagerado cerco policial y militar secundados por ocho tanques de guerra y varios camiones de agua antidisturbios para impedirles el paso.
A las 12:35 del mediodía los uniformados, sin ton ni son, empezaron a disparar contra los manifestantes. Fue una lluvia de perdigones, gases lacrimógenos, gas pimienta, chorros de agua y peinillas contra una multitud indefensa que marchaba pacíficamente. Es la primera vez que se reprime una marcha en Venezuela en el día de los trabajadores.
No hay evidencia grabada en vídeo ni nadie vio por la televisión que alguien agrediera a los uniformados. Sin embargo, el jefe del CORE 5 (comando regional militar N° 5), Alirio Ramirez, asegura que “un grupo de jóvenes arremetió con fuerza contra nosotros y rompió la barrera”, para justificar la represión oficial contra los manifestantes. Mencionó a una joven rubia que fue detenida entre los supuestos agresores, la mayoría de ellos, mujeres y ancianas.
Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas, condenó la represión y cuestionó la desproporción de las fuerzas policiales y militares contra una manifestación que estaba previamente autorizada.
“Este despliegue militar y desfile de tanques son desproporcionados como si estuviéramos en guerra. El pueblo caraqueño humildemente ha venido a marchar. No venimos en son de guerra. Nuestra única arma es la Constitución que llevamos en la mano, que ha sido violada por el gobierno de Chávez”, dijo.
Represión «brutal»
Henry Ramos Allup, secretario general del partido socialdemócrata Acción Democrática, acusó al alcalde chavista Jorge Rodríguez y al presidente Chávez de ordenar la represión “brutal” contra los manifestantes pacíficos.
“Es el mismo Chávez el que le da razón a aquellos que piensan que a este gobierno sólo lo tumban a las malas y no a las buenas. Chávez ha dado la orden de reprimir a este pueblo porque le tiene miedo. Vamos a tomar conciencia de que llevamos 10 años aguantando la peste porcina ”, dijo Ramos.
A la final la marcha opositora tuvo que disolverse a la fuerza, a pesar del descontento de las mujeres, ancianas y niños que la integraban. En paralelo, los manifestantes chavistas, uniformados de rojos y llevados en autobuses, esperaron largas horas que Chávez apareciera en el balcón del pueblo de Miraflores para aplaudir su discurso, transmitido en cadena de radio y televisión.
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