Aló Obama
COSAS MÍAS
Una cosa es fortalecer la comunicación entre los políticos y los ciudadanos. Y otra, el espectáculo-propaganda vendido como comunicación. Como el último golpe publicitario de Obama. Sus respuestas a las preguntas de los ciudadanos por internet. Toda una bofetada a los idealistas de la democracia participativa. Varias respuestas -preparadas por asesores- a una selección -hecha por asesores- de casi 100.000 preguntas. Hagámonos una idea de la comunicación real que hay en el montaje. Menos aún que en el espectáculo-propaganda original que ha inspirado esto, el «Aló Presidente» de Hugo Chávez.
Con una diferencia a favor de Chávez: que es capaz de hablar por sí solo, sin papeles y sin teleprompter. Y es que la suprema ironía del gran comunicador y orador Obama es que Obama se siente perdido sin el teleprompter. Por lo que el aparatito comienza a ser objeto de vivo debate en Estados Unidos. Como ha escrito un bloguero americano, «el emperador es incapaz de pronunciar una palabra sin el teleprompter».
El asunto alcanzó niveles grotescos cuando, en comparecencia con el primer ministro irlandés, el día de San Patricio, el teleprompter le jugó una mala pasada y Obama leyó la parte del mandatario irlandés y agradeció al señor Obama la invitación. La Casa Blanca ha hecho desaparecer el vídeo de tan delirante espectáculo. Siempre que el teleprompter funciona, no obstante, la comunicación de Obama con los ciudadanos es perfecta. Porque lo que es leer, él lee fantásticamente bien. Incluso en español.
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