Saldremos de la crisis
No hay que ser un premio Nobel de Economía para saber que antes o después saldremos de la crisis. «No hay mal que cien años dure», dice la sabiduría popular. Pues señores, eso es lo único en lo que coinciden en este momento empresarios, sindicatos, Gobierno y oposición, con lo que si algún iluso albergaba todavía esperanzas en que nuestros representantes políticos y sociales iban a dejar atrás sus diferencias para lograr un pacto que nos sacara cuanto antes de la crisis, que se vaya olvidando.
El debate que presenciamos el pasado miércoles en TVE entre los secretarios generales de UGT y CC.OO., los presidentes de las patronales CEOE y Cepyme, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho y el responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, dejó claro que las visiones que unos y otros tienen de la crisis y las soluciones que creen que se deben aplicar no pueden ser más antagónicas.
Los sindicatos apuestan por más gasto para salir de la crisis, lo fían todo al sector público: más funcionarios, más obras, más prestaciones. El problema es que todo eso es déficit, y el déficit es deuda y la deuda hay que pagarla y no solo nosotros, sino los que vienen detrás. Y de reformas laborales, ni hablar. «No cuenten con nosotros para eso», le dijeron al presidente de CEOE. El Gobierno dice que harán lo que acuerden empresarios y sindicatos, o sea, nada. Y respecto a medidas de futuro hablan de medioambiente, renovables, innovación, palabras muy bonitas en el papel, pero con 3,5 millones de parados suenan un poco vacías. Y el PP pone encima de la mesa recetas que salieron bien en el pasado: austeridad en el gasto y rebaja de impuestos. «La gente quiere oportunidades, no limosnas», dijo Montoro. Enseguida le recriminaron la expresión, pero que quieren que les diga, yo también soy de las que cree que la mejor política social es crear empleo.
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