La verdad de tres chavales con una señora corrida

Valiente oportunidad para tres novilleros en la primera plaza del mundo en el amanecer de la temporada. Menudo atragantón: una señora corrida de toros. Si los atanasios de Juan Pérez Tabernero pecaron de flojos y tres fueron devueltos, los gracilianos de Escobar lidiados como sobreros fueron unos galanes. ¡Qué barbaridad! Como para salir corriendo. Pero hete ahí que se encontraron con una terna decidida, que se la jugó en Madrid con auténtica sinceridad. Y su entrega merece otra oportunidad. Daniel Martín, un alemán afincado en Salamanca, hizo una meritísima faena a un temperamental cuarto de cara o cruz. Se ganó una vuelta al ruedo de ley. También recorrió el anillo un valentísimo Miguel Ángel Delgado tras mostrar su verdad frente al barrabás sexto — se libró de la cornada de milagro—. Valeroso anduvo Pajares con un remiendo imposible y sin un pase; antes había templado al novillo de más clase y nobleza de Pérez Tabernero.