La reconquista

Todo parece indicar que Alberto Núñez Feijóo ha conseguido recuperar la mayoría absoluta que Manuel Fraga perdió hace cuatro años y podrá ser el próximo presidente de la Xunta de Galicia; pero no es prudente adelantar los acontecimientos ni los entusiasmos. No es que Galicia sea impredecible, que lo es; sino que en virtud de nuestra pintoresca normativa electoral, tan cerrada en sus listas como abierta para las sorpresas, el trece por ciento del censo electoral gallego puede manifestarse por correo. Además, no es imposible que los muertos voten desde sus tumbas americanas o que lo hagan fantasmas, reencarnaciones o ciudadanos virtuales.

En ocho días tendremos la certeza aritmética de que las sacas postales llegadas desde Iberoámerica no hayan modificado la victoria ni la impresión que ahora nos asisten. La mayoría de Núñez Feijóo, empujada por una impresionante y desconocida asistencia a las urnas de Galicia, puede suponer un cambio notable para una tierra que ha sido castigada durante el último cuatrienio por una tramposa coalición de Gobierno en la que no se sabe si ponderar con mayor reproche la falta de iniciativas de Emilio Pérez Touriño, más atento a la calle Ferraz de Madrid que a la voz de sus paisanos, o al chusco entendimiento del nacionalismo que ha demostrado el navegante Anxo Quintana. Salvo que el cartero diga lo contrario, Galicia tiene una oportunidad y Mariano Rajoy un respiro.