Justo el día de su 36 cumpleaños, Raphael Ibáñez, capitán de la selección francesa durante dos años, anunciaba su retirada definitiva del rugby. ¿El motivo? La innumerable sucesión de lesiones que le han asolado en los últimos tiempos y que ya le hicieron renunciar a la selección hace ahora un año y medio, aunque continuó jugando con el equipo inglés London Wasps.

Ahora ya no puede más. Raphael ha dicho basta ante el temor de que cualquiera de sus lesiones se convierta en irreversible: «Todos estamos de acuerdo en evitar una lesión más grave, por eso es hora de que me retire. Por una vez en mi vida voy a escuchar a la gente que tengo alrededor», anunciaba Ibáñez en rueda de prensa.

«Intenté todo por seguir jugando, pero es demasiado arriesgado», confesaba Raphael, que continuará ligado al mundo del rugby como entrenador de la academia de su actual equipo.

Raphael Ibáñez, hijo de inmigrantes españoles, alcanzó la capitanía de los «bleus» en 1998 con sólo 24 años, después de llevar dos años siendo el talonador titular. Con Francia ha disputado un total de 98 partidos, conquistando el Seis Naciones en 2006 y 2007 y el subcampeonato mundial en 1999. Precisamente, tras caer en las semifinales del Mundial de 2007 ante Inglaterra, Ibáñez tomó la decisión de abandonar la selección.

Ibáñez se marcha como el capitán francés más laureado de toda la historia.