La isla de los piratas berberiscos
MUCHOS dicen que los tabarquinos somos especiales. Y debe ser cierto, ya que en esta isla las condiciones de vida hace no muchos años eran difíciles. Hasta 1984 no había agua corriente y la luz eléctrica llegó hace apenas una década. Por ello algunos de sus habitantes optaron por trasladarse a Santa Pola o a otras localidades costeras. Se cerraron los tres colegios, el horno y otros servicios. En la actualidad hay en la isla 170 habitantes censados.
Sin embargo, el encanto de Tabarca es que su aire sigue impregnado de recuerdos de aquellos piratas berberiscos y de los primeros pobladores de origen genovés de la Tabarka tunecina, de los que todavía conservamos apellidos como Chacopino, Parodi o Leoni. La transparencia de sus aguas, la riqueza de sus fondos marinos y la fauna subacuática no pasa desapercibida para los miles de turistas que nos visitan y que generalmente repiten.
Otro de los atractivos por los que somos bien reconocidos es la exquisitez de nuestros arroces, en especial el caldero, y nuestros pescados. Recomiendo a todos aquellos que aún no lo hayan hecho dar un paseo por la isla, visitar la iglesia, la murallas, el museo y conocer nuestra historia. Serán recibidos con los brazos abiertos.
Cayetano García Ruso
Alcalde pedáneo de Tabarca desde 1995
AYER
Los primeros habitantes de Nueva Tabarca, de origen genovés, llegaron en el siglo XVIII procedentes de la isla de Tabarka, frente a las costas de Túnez. El rey Carlos III los rescató del cautiverio. Los habitantes de la isla (en la imagen del Museo de Tabarca propiedad del Ayuntamiento de Alicante) se han dedicado desde entonces, y hasta hoy, a la pesca.
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