El Congreso aplaza el debate sobre el aborto ante la visita de Bertone
El secretario de Estado del Vaticano se reúne hoy con el Rey, el Príncipe, Zapatero, De la Vega, Moratinos y Rajoy, y mañana dará una conferencia

Que nada estropee la visita. Este es el mensaje que parecía transmitir ayer el Gobierno de Rodríguez Zapatero ante la llegada del secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, a Madrid. Aunque formalmente se trata de una visita privada para pronunciar una conferencia mañana sobre «Los derechos humanos en el magisterio de Benedicto XVI», lo cierto es que pocas agendas oficiales incluyen contactos de tan alto nivel como la de Bertone durante su estancia en Madrid. Hoy se reunirá con Su Majestad el Rey, el presidente del Gobierno, la vicepresidenta, el ministro de Asuntos Exteriores y el líder de la oposición, Mariano Rajoy. Además de estos encuentros, Don Juan Carlos y el Príncipe de Asturias ofrecerán al cardenal un almuerzo, al que también asistirán José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos, en el espectacular Palacio de Viana, una de las sedes del Ministerio de Exteriores que acaba de ser remodelada.
Mientras el Gobierno desplegaba su diplomacia ante la llegada de Bertone, el Grupo Socialista en el Congreso decidió ayer aplazar hasta el miércoles de la proxima semana la presentación de sus conclusiones sobre la reforma de la ley del aborto. Aunque se mantiene para hoy una sesión de la subcomisión encargada de estudiar las posibles reformas, según fuentes socialistas consultadas, será una reunión de trámite. Mientras tanto, el periodo de sesiones se ha abierto a lo grande, al menos en la Comisión de Justicia. En el orden del día había proposiciones sobre la apostasía, las relaciones del Estado con la Santa Sede y la eutanasia, entre otras. Todas las iniciativas tenían el mismo autor: ERC-IU-ICV. Y todas corrieron la misma suerte: acabaron impresas en el boletín de las Cortes, con el rechazo mayoritario de los diputados. El PSOE, que apuesta claramente por la ofensiva laicista esta legislatura, mantiene sus tiempos políticos y ahora no toca plantear ciertos asuntos espinosos.
Antes de partir de Roma, el cardenal también dirigió un gesto cordial al Ejecutivo socialista y, a través del diario de la Conferencia Episcopal Italiana, expresó su voluntad de «diálogo» y disponibilidad de la Iglesia a una «profunda y provechosa» colaboración con las autoridades españolas «en el marco de una sana laicidad».
«Los católicos son tradicionalmente respetuosos con el poder político legítimamente constituido. Y la Iglesia está siempre disponible para una colaboración fructífera con las autoridades bajo la bandera de una sana laicidad. Evidentemente, no se puede permanecer callados si vemos que de alguna manera se afectan los principios de la ley natural o la libertad de la Iglesia».
El Gobierno afronta la visita del secretario de Estado del Vaticano desde un punto de vista «diplomático» e «institucional» entre dos Estados, según informaron fuentes gubernamentales. No descarta que el cardenal Bertone aborde en las conversaciones los conflictos por la ampliación del aborto, la reforma de la ley de Libertad Religiosa o la asignatura Educación para la Ciudadanía, pero el presidente del Gobierno pretende abordar con él otro temario: la visita del Papa Benedicto XVI en 2011 con motivo de la Jornada de la Juventud, la Presidencia Española de la UE en 2010, Oriente Medio, la lucha contra la pobreza y llegada de Obama a la Casa Blanca. Es decir, asuntos en los que hay puntos de vista coincidentes.
Las fuentes consultadas parten de la experiencia para afirmar que «es difícil que se planteen cuestiones muy espinosas» en el encuentro con Zapatero. Quizá sí en el que mantendrá con la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, interlocutora del Ejecutivo con la Conferencia Episcopal Española (CEE).
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