Turquía después de Davos

La airada imagen de Recep Tayip Erdogan, el amigo de Zapatero y de la Alianza de Civilizaciones, levantándose del sillón y dejando con la palabra en la boca a dos halcones y enemigos del diálogo como Simón Peres y David Ignatius, nos permite adivinar lo que nos espera dentro de diez días si el Likud logra formar Gobierno en Israel. Hubo un tiempo en que Turquía era un aliado de Occidente. Con el gesto de Davos se ha puesto en evidencia lo que se venía entreviendo desde hace meses: este Gobierno turco ha cambiado de barco.

A lo largo del último año Erdogan se ha esforzado por agasajar en Estambul a los presidentes de países como Sudán -el sanguinario Al Bachir- o Irán, Mahmud Ahmadineyad. Para Ahmadineyad orquestó en agosto un rezo en la Mezquita Azul de Estambul donde éste pudo arengar a las masas contra Estados Unidos y contra Israel. Lo normal es que los jefes de Estado musulmanes sean invitados a rezar en la más apartada y solitaria mezquita de Dolmabahce. Pero para arengas era peor lugar. El iraní se volvió encantado a Teherán con un tratado de seguridad y cooperación y un borrador de tratado para inversiones turcas en los campos gasísticos. Éste nunca fue concretado por ser un acuerdo que violaba las sanciones occidentales contra Irán. La presión norteamericana no fue ajena a la no firma del tratado. Esta política energética también ha acercado a Turquía a otro amigo de Occidente, Moscú. En 2002 Rusia era el sexto socio comercial de Turquía. En el primer semestre de 2008 Rusia alcanzaba lo más alto del escalafón.

La ofensiva israelí en Gaza -que el presidente Peres defendía en Davos- ha sido el acabose. El 4 de enero Erdogan congregó a 200.000 personas en Estambul para pedir «la muerte» del Estado judío y proclamó que «Alá castigará a Israel» por atacar a Hamás. Después negó a Israel el derecho a participar en las Naciones Unidas. Ya sabemos en quién se inspiró Pedro Zerolo. Y también sabemos que con este Gobierno Turquía no es un aliado de Occidente en Oriente Próximo. No tenemos en esa región más aliado que Israel. Guste o no guste.

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