Este año, el peor de la crisis, se saldará con un 6% de déficit y 600.000 empleos destruidos
Solbes pinta un panorama desolador al rectificar la previsión económica del Gobierno para 2009. Se destruirán 600.000 empelos, se disparará el déficit al 5,8% y el crecimiento caerá al -1,6%

El Gobierno aprobó ayer sus nuevas previsiones sobre la evolución de la economía española para el próximo trienio y el escenario que ofrecen las cifras, pese a los intentos de los dos vicepresidentes -María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes- de quitarles hierro, es sombrío.
Este año 2009 vamos a vivir los momentos más complicados de una crisis -reconoció Solbes- que sólo en este ejercicio se saldará con una caída del PIB del 1,6%; la destrucción de 600.000 puestos de trabajo y unos números rojos que se acercarán al 6% del PIB, el doble de lo permitido por el Pacto de Estabilidad.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el vicepresidente apuntó también que la tasa de paro subirá hasta el 15,9% de la población activa, lo que significa que el número medio de parados durante el ejercicio será de 3,5 millones. Descartó, sin embargo, que se vaya a llegar a los cuatro millones de desempleados. «En España no se verán ni cuatro ni cinco millones de parados en esta crisis económica», aseguró tajante el ministro. Las cifras, sin embargo, no cuadran con esta afirmación. Según el último dato de paro registrado, el número total desempleados se situó en 2008 por encima de los 3,1 millones. Si a esa cifra sumamos los 600.000 empleos que se destruirán, más lo que aumente la población activa, los cuatro millones son casi inevitables. Y si analizamos lo que ha ocurrido con el paro en 2008, las palabras de Solbes, por muy tajante que se haya mostrado, quedan incluso más vacías de contenido.
Según el cuadro macroeconómico aprobado ayer por el Gobierno, la tasa de paro aumentó el año pasado en menos de tres puntos y la destrucción de empleo fue del -0,4% y eso se tradujo en un millón más de desempleados. En 2009, el Gobierno dice que la tasa de paro crecerá casi cinco puntos, dos más que un año antes, y que la caída del empleo será del 3,6%. ¿y no habrá un millón más de parados?
E independientemente de hasta donde llegará el número de desempleados, lo que sí reconoce el Ejecutivo es que la economía española no volverá a crear empleo prácticamente hasta 2011. Aunque Solbes cree que la crisis tocará fondo en el segundo semestre de este año, no volveremos a crecimientos positivos hasta 2010, y para crear empleo son necesarios ritmos de actividad económica superiores al 2%, para lo que habrá que esperar al menos hasta finales del año próximo.
La crisis más larga
Este nuevo escenario, que el Gobierno remitirá a Bruselas en los próximos días, supone además el reconocimiento de que España se enfrenta a la crisis más prolongada de su historia reciente al acumular seis trimestres consecutivos de recesión, frente a las crisis de los años setenta, ochenta o noventa, que se saldaron con un máximo de cuatro trimestres de contracción económica.
«Aunque nos enfrentamos a un año extremadamente difícil, el Gobierno no se resigna», explicó el ministro de Economía, al que ya le tocó vivir la crisis de 1993. Y es por eso que el Ejecutivo ha aprobado medidas de gasto público por un importe total de 2,4 puntos del PIB. Además, el fuerte aumento del paro obligará al Gobierno a aprobar dotaciones especiales para pagar las prestaciones, ya que el INEM tendrá déficit. Frente al cálculo inicial de destinar 2.000 millones a apoyar el pago de estas prestaciones, la cifra se eleva ya a 4.000 millones.
Estas actuaciones, unidas al deterioro de los ingresos impositivos, llevará a las arcas públicas a arrojar unos números rojos del 3,4% del PIB en 2008 y del 5,8% en este ejercicio. Volvemos de nuevo a niveles de déficit desconocidos desde hace más de diez años.
Según el escenario aprobado ayer por el Consejo de Ministros, el agujero de las cuentas públicas no volverá a situarse por debajo del límite del 3% fijado por Bruselas al menos hasta 2012. Y la vuelta al equilibrio presupuestario ni siquiera aparece en un escenario a medio plazo.
Y estas cifras no recogen el impacto de la reforma de la financiación autonómica. Los 6.000 o 7.000 millones que el Estado transferirá a las comunidades o aparecen reflejados en el escenario que se enviará a Bruselas. En principio, este traspaso de fondos desde el Estado a las autonomías no debería alterar la cifra conjunta de las administraciones, pero la realidad puede ser bien distinta. El propio Solbes ha reconocido en alguna ocasión que las comunidades son más propensas al gasto, por lo que el mayor déficit del Estado puede no traducirse, exactamente, en ahorro de las comunidades, con lo que los números rojos totales serán mayores de los previstos.
Respecto a la posible sanción de la Comisión Europea por incumplir el Pacto de Estabilidad, el vicepresidente económico se mostró confiado en que a España se le apliquen los criterios de «circunstancias especiales», que permiten mantener el déficit por encima del 3% durante un periodo mayor reduciendo medio punto como mínimo el déficit estructural en cada ejercicio, y el Gobierno espera una corrección de casi un punto cada año.
La evolución de la deuda pública no correrá mejor suerte. Desde el 36,2% del PIB con que se cerró 2007, pasará a casi el 40% en 2008%; más del 47% en 2009 y casi el 54% en 2011. En un lustro, el endeudamiento público crecerá casi 20 puntos.
Y pese a este escenario, Solbes enumeró motivos para la esperanza: la bajada de los tipos y la inflación van a ayudar a sanear la posición financiera de familias y empresas; el déficit exterior se reducirá prácticamente a la mitad con la crisis y España retomará la senda de crecimiento económico con un modelo más saneado y menos desequilibrios. Y para acortar al máximo la crisis hay que continuar con las reformas y acelerar el diálogo social, dijo.
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