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Rusia endurece su postura sobre el gas y culpa del fracaso de las negociaciones a la Comisión Europea y Ucrania

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El primer ministro ruso, Vladímir Putin, rechazó ayer de forma categórica la posibilidad de que su país pueda reanudar el flujo de gas a la Unión Europea mientras Ucrania no admita la presencia de observadores rusos en su suelo para verificar el tránsito de combustible. Putin responsabiliza directamente del fracaso de las negociaciones a la Comisión Europea y a Kiev. Además, el jefe del Gobierno ruso ha subido aún más la oferta de precio para el gas a Ucrania y ha lanzado una amenaza velada a Europa de que Moscú podría buscar otros mercados en Asia y América para sus hidrocarburos.

“La firma de un protocolo para el control del tránsito de gas es necesaria, ya que Ucrania nos ha negado el acceso de observadores a las estaciones de bombeo”, aseguró Putin en un encuentro con la prensa. Según sus palabras, “instamos a la Comisión Europea a firmar cuanto antes el protocolo de supervisión del flujo de gas a través de Ucrania”. “Sólo tras la puesta en funcionamiento del mecanismo de control internacional, Gazprom reanudará el suministro de gas”, recalcó.

Lo mismo le dijo ayer el presidente ruso, Dmitri Medvédev, a su homólogo búlgaro, Gueorgui Parvánov, durante una conversación telefónica. El vicepresidente de Gazprom, Alexánder Medvédev, por su parte, declaró en una entrevista ante los micrófonos de la radio Eco de Moscú que “el esquema de supervisión que propone Ucrania, sin participación de Gazprom ni tampoco el Ministerio de Energía ruso, es para nosotros inaceptable”. El responsable de la compañía rusa lamentó que “nuestra delegación no tenga nada que hacer ya en Bruselas”.

Putin anunció también que Ucrania tendrá que pagar por el gas ruso precios de mercado y fijo la cantidad en 470 dólares por cada mil metros cúbicos de gas. La oferta que Gazprom puso sobre la mesa cuando se rompieron las negociaciones, el pasado 31 de diciembre, era de 250 dólares y el presidente de Gazprom, Alexéi Miller, la subió después a 450.

El primer ministro ruso advirtió que el futuro de las relaciones entre Rusia y Europa “dependerán de la objetividad con la que los países de la UE analicen el actual conflicto del gas” y dejó caer la amenaza velada de suspender definitivamente la venta de gas a Europa al manifestar que “las pérdidas sufridas por Gazprom podrían conllevar una reorientación hacia los mercados asiáticos y americanos”.

“El problema del tránsito no es nuestro, sino de los países europeos y ellos son los que deben procurarse la forma de que el gas les llegue”, aseveró. Putin arremetió también contra Ucrania, a cuyos dirigentes llamó “corruptos”. La actual guerra del gas comenzó el pasado día 1, cuando Rusia interrumpió el abastecimiento a Ucrania al no lograrse la firma de un nuevo contrato para 2009.

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