El PP vasco se desmarca de la dirección nacional por el acercamiento de presos

El PP vasco volvió a desmarcarse ayer de la dirección nacional del partido, en esta ocasión por el acercamiento de algunos presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco, una medida que sin embargo fue respaldada por el coordinador de Justicia y Libertades Públicas de esa formación, Federico Trillo. De hecho, los populares vascos consideran «un error» esa decisión, aunque los afectados sean críticos con la estrategia actual de la banda terrorista e incluso pidan el abandono de las armas.
El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, manifestó ayer a ABC su «oposición radical» a unas medidas que, según recordó, «no han funcionado en el pasado», en evidente alusión a la política penitenciaria puesta en marcha en su momento por el Ejecutivo de Aznar con motivo la de «tragua trampa» de ETA. Por ello, cree que «el Gobierno tiene que aprender de la historia».
Sin embargo, sólo unas horas antes Trillo había asegurado en Madrid que si la actual estrategia del Gobierno respecto a los presos etarras «se hace bien, es un acierto». Además, aseguró estar recibiendo información «periódica y fluida» del Ministerio del Interior sobre esos traslados, ya que la política penitenciaria respecto a los terroristas está dentro del Pacto por las Libertades.
Antonio Basagoiti discrepó radicalmente de la valoración del coordinador de Justicia y Libertades Públicas por entender que «la táctica de diferenciar entre etarras duros y blandos no ha servido nunca para nada». Además, Basagoiti entiende que eso «aumentará el victimismo de los terroristas», ya que al atenderse en parte su petición de que se acerque a los presos etarras al País Vasco se les hace ver que tenían razón al reclamar ese acercamiento. No obstante, afirmó «respetar» la posición de Trillo, pues «es normal que haya opiniones diferentes dentro del PP».
El presidente del PP vasco mantiene una total sintonía política con Mariano Rajoy, como quedó en evidencia tras la retirada de la política de María San Gil, y defiende la unidad de los partidos democráticos en la lucha contra el terrorismo, pero «eso no quiere decir», según manifestó, «que se esté de acuerdo en todo con el Gobierno. Ante ETA no cabe más que la guerra policial contra los comandos de las pistolas y contra los del bastón de mando en los ayuntamientos».
Los traslados
Las nuevas discrepancias entre el PP vasco y la dirección nacional se producen después de que se revelara que desde el pasado 15 de octubre se había producido el acercamiento de una decena de presos -muchos de ellos de los considerados «históricos» y en cualquier caso favorables a la negociación-, a prisiones cercanas al País Vasco, en concreto a las de Villabona (Asturias) y Zuera (Zaragoza).
A la primera habrían sido trasladados Carlos Almorza, alias «Pedrito de Andoaín», y Valentín Lasarte, el asesino de Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica. A la cárcel de Zaragoza han llegado individuos no menos sanguinarios como José Luis Urrusolo Sistiaga, Carmen Guisasola, Francisco Múgika Garmendía, alias «Pakito», José Ramón Martínez García y Koldo Aparicio.
Fuentes de Prisiones consultadas por ABC señalaron que «todavía habrá algunos acercamientos más, pero pocos», si bien aún están por ver las consecuencias que la publicación de la noticia tiene tanto en la efectividad que se busca con la medida como en la reacción de los presos etarras, que ahora pueden tener miedo a aceptar estos traslados para no ser señalados como «traidores» por sus compañeros. Hace sólo unos días, ETA advertía a sus reclusos que no entraran en las manejos del Gobierno.
En cualquier caso, las fuentes consultadas señalan que la estrategia actual es «en esencia» la misma que en otras ocasiones. «No se trata sólo de acercarles, sino que en ocasiones pueden hacer una función de ariete para resquebrajar la cohesión entre el resto de presos de la banda allí encarcelados y sumar así apoyos para el sector proclive a dejar las armas».
En cualquier caso, junto los acercamientos también se producen movimientos al contrario; valga el ejemplo de la prisión de Puerto III, en la que están recluidos los ex jefes de ETA José Arizkuren Ruiz, «Kantauri»; Josu Arkauz, «Josu de Mondragon»; Henri Parot; Antonio López Ruiz, «Kubati», o Juan Lorenzo Lasa Michelena, «Txiquierdi».
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