Todo el Padre Brown, de una sola pieza
E. R. M.
BARCELONA. La recopilación y edición de todos los relatos del Padre Brown en un solo volumen es una noticia festiva, digna del mejor domingo. La saga del Padre Brown fue escrita de por Gilbert Keith Chesterton entre los años 1910 y 1935, y los relatos se publicaron originariamente en revistas inglesas. Más tarde se envolvieron todas esa historias en cinco volúmenes: «El candor del Padre Brown», «La sagacidad del Padre Brown», «La incredulidad del Padre Brown», «El secreto del Padre Brown» y «El escándalo del Padre Brown».
Ahora, todos los libros se han recopilado en este volumen «Los relatos del Padre Brown» (Acantilado, con traducción de Miguel Temprano García), junto a los que se han descubierto después de su muerte, «El caso Donnington» o «La máscara de Midas», que lo escribió Chesterton justo antes de morir, en 1935, y no se descubrió hasta 1991.
Según la nota de edición, «El caso Donnington», que se descubrió en 1981, se trata de una obra en colaboración con el autor de novelas policíacas sir Arthur Pemberton. En cuanto a «La máscara de Midas», el texto descubierto incluía numerosas correciones del autor, y una nota en el encabezamiento que decía «No publicar», sin que se hayan sabido los motivos de tal decisión, aunque por su interés y por el hecho de ser el último escrito por el autor, se ha decidido incluir en esta edición.
El universo Chesterton
En la actualidad, Chesterton es un completo universo, novelista, cuentista, articulista, pensador, poeta, polemista, historiador... Un personaje que estuvo a la altura de su obra, gigantesca, un tipo de casi dos metros d e altura y ciento cincuenta kilos de peso, capaz de parar un cóctel (como seguran que hacía Neville, colocándose en la puerta y vaciando las bandejas) y con un sentido del humor y de la ironía sólo superado por su propio personaje, el padre Brown, un cura católico con una nariz afilada como su propio ingenio (el viaje de Chesterton hasta el catolicismo, que lo resume en su ensayo «¿por qué soy católico?», fue tan laborioso como el que también hizo desde el laborismo hasta el conservadurismo).
Desde una de sus primeras y más conocidas novelas, «El hombre que fue jueves», a sus jocosos pensamientos articulados en «Correr tras el propio sombrero», Chesterton ha sido incapaz de ocultar una extraordinaria agudeza intelectual y un estilo alegre, retador y paradójico. Son célebres sus debates públicos y en auditorio con George Bernard Shaw y su amigo Hilaire Belloc, bajo el título de «¿Estamos de acuerdo?». Naturalmente, eso jamás ocurría.
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