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«Da igual la edad que tengas si haces bien tu trabajo»

«Da igual la edad que tengas si haces bien tu trabajo»

Protegido por su entorno para que no le deslumbren en exceso los flashes, Ricky Rubio atesora en su lenguaje una educación envidiable. Habla ya como un adulto con sus 18 años recién cumplidos y tiene tan bien aprendida la lección que ni siquiera los premios le descentran. El último que ha recibido, el Gillette Future Champion 2008, galardona al mejor deportista español del curso de entre 16 y 20 años.

-¿No le da miedo ir tan rápido, no le entra vértigo?

-La verdad es que no pasa nada porque las cosas vayan tan rápido. Si sigue funcionando todo tan bien, pues adelante. Sí que es verdad que me he perdido cosas por ir a esta velocidad, pero también he ganado muchas otras.

-¿Le da algo de pena haberse perdido la adolescencia, el poder hacer cosas como cualquier otro chaval de su edad?

-Hay muchos días que me lo he planteado, muchos días que he llegado a casa y me he preguntado a mí mismo si todo este esfuerzo merece la pena. Pero días como esos son pocos, siempre llego a la misma conclusión: muchísimos jóvenes se cambiarían por vivir la situación que vivo yo, muchos pagarían para que las cosas le salgan tan bien en el mundo que le gusta.

- ¿Cómo asimila un chaval el tener que comportarse como un adulto, el llevar una vida que no le corresponde por lógica?

-No creo mucho en la edad, en realidad da un poco igual los años que tengas si haces bien tu trabajo. Yo no pensaba que entraba en el mundo de los adultos, el día de mi debut era un partido más y así me lo quise plantear. Sí que es verdad que había más espectadores, música, tres árbitros, animadoras... Pero era un partido de baloncesto.

- ¿Tan frío es?

-Bueno, la verdad es que poco a poco me di cuenta de que era un partido importante, sí, una fecha para recordar. Desde un inicio, y ahora también, soy consciente de que únicamente practicaba el deporte que me gusta. No porque salga más en los medios de comunicación me iba a poner más nervioso.

- ¿Recuerda mucho el día del debut?

-Con el paso del tiempo, sí. Entonces no le daba tanta importancia como la prensa, pensaba que era un partido de baloncesto más y yo sólo tenía 14 años, casi 15. Ahora lo pienso y, ¡ufff! Supongo que me pondría mucho más nervioso que aquella tarde.

- Ahora ya es mayor de edad, ya puede conducir y votar.

-Pues sí, porque de momento sigo yendo en tren al colegio, en el fondo sigo siendo como un niño de mi edad. Estoy preparando la teórica para sacarme el carné de conducir.

- ¿De quién ha aprendido más en su carrera?

-Es justo que diga que un poco de todos. Siempre estoy aprendiendo, tanto de los contrarios como de los jugadores de mi equipo. El primer año tuve a dos grandes veteranos como Elmer Bennett y Paco Vázquez que me explicaron no sólo las picardías dentro de la pista sino también cómo debe comportarse un jugador de baloncesto, cómo actuar en cada situación.

- ¿Y Rudy Fernández?

-Es un gran jugador, un ejemplo a seguir. Ha dado un salto muy positivo, primero despuntar en Europa y luego llegar a la NBA. No hace falta que en el momento que te quieran vayas, has de sentir que estás preparado. También me acuerdo de Pau Ribas, que hoy en día es capitán del Juventud. No me puedo dejar a nadie.

-Y mucho menos a Aíto García-Reneses, el técnico que le hizo debutar.

-Por descontado, con él he aprendido muchísimas cosas. También de Sito Alonso, mi actual entrenador, y de todos los técnicos que he tenido en la cantera.

- Hablando otra vez de Rudy. ¿Le molesta que le coloquen como su relevo?

-La gente tiene que entender que no saldrá otro jugador de la cantera como él. Cada uno tiene su calidad y su magia y hay que pasar página para buscar nuevos chavales que den el salto al primer equipo.

- ¿Cómo le dio por el basket?

-Yo tenía claro que quería practicar algún deporte, me encantan. Tenía cuatro años y, como decía mi madre, era un «culo inquieto», no paraba. Necesitaba hacer deporte y siempre que iba a ver a mi hermano jugar a baloncesto yo estaba todo el partido botando un balón en la grada.

- ¿Y cuándo vio que era lo suyo?

-Al ver tanto a mi hermano, pedí jugar a baloncesto, les dije a mis padres que me apuntaran. Dijeron que era muy pequeño, pero me pusieron una condición: si no lloraba en el primer partido que jugaba podría seguir.

-¿Quién le dijo eso, sus padres?

-No, Josep Maria Margall, «Matraco», coordinador del Basket Masnou.

-¿Y qué pasó?

-Pues ya lo ve, no lloré, continué jugando y hasta aquí he llegado.

-Y eso que al fútbol, por lo que cuentan, también le daba con cierta gracia...

-Sí, con siete u ocho años me apunté a fútbol en el colegio porque todos mis amigos estaban dándole patadas al balón. Por un momento me decanté por el fútbol, cuando eres niño quieres jugar con los amigos, pero la verdad es que no me apasionaba nada y volví de inmediato al baloncesto.

- Hubiera sido más famoso si cabe y tendría más dinero...

-Seguramente, la repercusión de un deporte no tiene nada que ver con el otro.

-A su edad, ¿sabe lo que gana? ¿Lleva las cuentas?

-No me meto en estos temas. Sé más o menos lo que dice mi contrato, tengo una referencia de las cosas principales, pero no me quiero meter porque entonces perdería la cabeza.

-¿Qué tiene el Juventud que resulta tan especial?

-Lo que más me gusta es que en Badalona se cuida muchísimo la cantera, es un equipo que siempre tiene chavales formados en casa. El otro día debutó Joan Tomás con 16 años, yo lo hice con 14 para 15 y Pau Ribas fue, el año pasado, un jugador muy importante. Lo bueno es que en este club se nos da la confianza que necesita todo jugador joven.

- ¿Qué le queda por mejorar como jugador?

-Pues todo, la verdad. Mucha gente insiste en que el tiro es mi punto flojo, pero debo perfeccionar esa faceta, la técnica también, la actitud a veces... Todo. No soy un diez en nada y debo continuar con esta mejoría. Si pienso algún día que soy un diez en algo dejaré de crecer.

- Lo que sí tiene claro es que es un futuro NBA.

-Pues no, la verdad. No lo pienso. De momento estoy en la ACB y hasta que no haya novedades no pienso más allá, sólo en cumplir mi contrato.

- Algo sí que pensará entre tanto elogio...

-Lo digo en serio, queda muy lejos. Soy de los que vive el presente. Si piensas más allá, las cosas no te salen bien, no quiero que nadie ni nada me presione.

- Dicen los técnicos que es el mejor extranjero colocado para el «draft» de 2009.

-Pues yo sólo pienso en 2008 porque, si no lo hago bien, bajaré posiciones. Por eso no me queda otra que seguir en esta línea y trabajar, aunque admito que siempre ha sido un sueño y la meta para cualquier jugador desde que empieza en este mundillo. Pero ni siquiera he jugado este año, así que mejor ir paso a paso.

- Al menos le suben a uno el ego, y más con tanto premio y nominaciones. ¿Le atosiga la fama?

-Sí, eso sí, es un orgullo que hablen tan bien de mí, aunque procuro no descentrarme. Sin embargo, en Europa cada día hay mejores jugadores y está demostrado que la NBA ya no es sólo para jugadores norteamericanos. Siempre digo que, aunque logre récords con mi edad, prefiero centrarme en lo mío. En realidad, yo no me fijo en mis años, lo que realmente importa es lo que haga en la pista.

- ¿Le tira algún equipo en particular de la NBA?

-Hombre, por preferir prefiero los Lakers. Es una ciudad que me gusta mucho y «Magic» Johnson era de los que más me gustaba. Y encima ahora está ahí Pau Gasol.

-Parece que le echa de menos el Juventud en este arranque de temporada, no está tan fino como el curso pasado.

-Es verdad que estamos siendo bastante irregulares, pero hay que entender que estamos sólo al principio de temporada y que ha habido muchos cambios, muchos jugadores nuevos que se tienen que adaptar a la filosofía del club.

- ¿Para cuándo su reaparición?

-Supongo que en un par de semanas o tres ya estaré listo, ya me encuentro mejor. Lo estoy deseando, nunca había tenido una lesión tan larga.

- La ACB está repartiendo muchísimas sorpresas. ¿Tiene algún candidato al título?

-Este año está todo muy igualado. Obviamente, siempre están el Barça, el Madrid, el TAU... Nosotros hemos perdido contra los equipos que están arriba en la clasificación, que era previsible, pero también hay que decir que hemos ganado los obligatorios.

- Ahí también está el Unicaja de Aíto.

-A Aíto le importa mucho el inicio de la temporada, siempre sus equipos salen muy agresivos desde un principio. Además, el Unicaja tiene un equipo muy competitivo con muy buenos jugadores.

- Otra de sus marcas es la de ser el medallista en baloncesto más joven de la historia. ¿Pensaba en ser olímpico en Pekín?

-Fue una sorpresa que me llamara Aíto, aunque él siempre ha confiado en mí. Hace un par de años ni me lo planteaba, era un sueño casi inalcanzable. Disfruté mucho en China, estaban todos los grandes y mis compañeros me ayudaron muchísimo.

- ¿Cómo fue su entrada?

-Tenía algo de miedo, un poco de respeto, pero pronto me di cuenta de que era un equipo especial, una química que se transmitía a la pista. España tenía un equipazo con grandes jugadores que también son amigos fuera.

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